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Aral Digital.- Los consumidores españoles, ante el deteriorado entorno económico, han reducido el tamaño de su cesta, durante los primeros seis meses de 2008, en un 2,8%, ya que adquieren menos productos. Así, en el último año, el número de artículos que hay de media en cada cesta de la compra ha disminuido de 12,5 a 12,2. Por otra parte, el promedio de actos de compra por hogar, aunque se sitúa en una cifra positiva, sólo ha crecido un 1,9%, según el informe presentado hoy por la consultora Nielsen.
El 26% de los españoles ha intentado disminuir sus gastos en alimentación, aunque este porcentaje es mucho menor que en el caso de otros países europeos como el 50% de Alemania, el 56% de Italia o el 67% de Francia.
Para ello, utiliza diferentes tipos de herramientas, indica el informe, entre las que destacan las promociones con un 47%; el cambio a productos de buena relación calidad-precio, un 40%; el uso de marcas del distribuidor, en un 39%; compra de productos menos caros y lujosos, en un 35%; comprar precios de manera más cuidadosa, 31%; cambiar a marcas menos caras, 30%; mirar en varias tiendas para comparar precios, en un 27%; y sólo el 13% dice cambiar de tiendas para encontrar productos menos caros.
En el caso de la Marca de la Distribución está siendo muy claro su crecimiento. En agosto del presente año representa el 33% del consumo en el hogar, registrando un crecimiento de 2,7 puntos en los primeros seis meses de 2008.
Otro de los efectos claros es la contención en el consumo de novedades y productos de valor añadido. Las innovaciones y nuevos lanzamientos, que habitualmente son los productos más dinamizadores del mercado, han visto disminuir sus ventas en valor un 14,3% respecto al año anterior, mientras los productos regresivos, con precios más reducidos, crecen un 3,7%. En otras palabras, el consumidor se decanta por productos más baratos y conocidos, aunque sean menos innovadores.
Y es que en líneas generales, entre enero y agosto de este año, las ventas de productos de gran consumo han experimentado un crecimiento del 6%, pero a consecuencia, en su mayor parte, del aumento de los precios en un 4,4%, pues el volumen de ventas apenas ha crecido un 1,5%.
En todo ello ha influido la caída del nivel de confianza de los consumidores españoles, que ha experimentado un descenso de 19 puntos respecto al año anterior.
Pero esta situación no es exclusiva de España, ya que el fenómeno se produce en toda Europa. El consumidor se muestra más sensible a las variaciones de precios de los artículos de la cesta de la compra. En el segundo trimestre del año, los precios han crecido un 6,5%; mientras el volumen de ventas apenas subió un 0,4%.