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El Gremio de Carniceros de la provincia de Barcelona y la Fegram, ambos con el apoyo de Pimec-Sefes, han denunciado que los principales perjudicados por la crisis de las “vacas locas” son los detallistas cárnicos, “el eslabón más débil de la cadena y el menos preparado económicamente para afrontar la crisis”. Según sus cifras, en los últimos meses las ventas de carne de vacuno han descendido un 50%, un porcentaje que en el caso de los comercios especializados se eleva hasta el 90% de sus ventas, lo que hace insostenible la situación para muchos pequeños comerciantes. Ante la gravedad de la situación y “la ineficacia de las medidas adoptadas por la Administración” , el Gremio de Carniceros solicita medidas urgentes, entre los que destaca la supresión temporal de los impuestos de Actividades Económicas y de los módulos de imposición sobre la Renta de las Personas Fijas, así como la aplicación de impuestos superreducidos en el Impuesto sobre el Valor Añadido. Asimismo, se solicita que la Administración asuma los costes sociales e indemnizaciones de las regulaciones temporales o definitivas de la plantilla de trabajadores. Por otra parte, la Sectorial de Ganado Vacuno Asaja, reunida el pasado lunes en Madrid, ha elaborado un conjunto de medidas destinadas a afrontar la grave crisis por la que atraviesa el sector ganadero. Entre ellas destacan la apertura inmediata de un sistema de compras públicas de intervención, el incremento de las ayudas que perciben los ganaderos, la derogación del artículo 10.1 del Real Decreto 3454/2000 (por el que se regula el control de las EET de los animales), y la implantación de un sistema de financiación justo para la eliminación y destrucción de los MER, entre otras.