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El director general de la Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Fernando Burgaz, ha recordado como, según las ultimas estimaciones, "actualmente se desperdicia en el mundo un tercio de los alimentos que anualmente se producen". Dentro de esas estimaciones también ha señalado que si los alimentos perdidos o desperdiciados pudiesen ser reducidos a la mitad, "el incremento de alimentos necesarios para abastecer a la población en el año 2050, solo sería del 25% en lugar del 70% que está proyectado actualmente".
Así lo ha planteado en la inauguración de la "Semana a favor de la Reducción de los Desperdicios Alimentarios" que, promovida por el Ministerio se ha iniciado bajo el lema "Practica la magia del buen aprovecho en la cocina" que incluirá un amplio programa de acciones promocionales destinadas a medios de comunicación, escolares, profesionales de la hostelería y la restauración, distribución y consumidor final.
Burgaz ha planteado la necesidad de contemplar además las cuestiones ambientales, en tanto que la producción de esos alimentos desechados que acaban produciendo gases de efectos invernaderos, han requerido y consumido recursos naturales, como la tierra o el agua, así como energía y otros factores de producción. Por ello, ha señalado, se han querido concentrar los actos de esta semana alrededor del día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra el 5 de junio.
De esta manera, ha explicado, "queremos intensificar la atención en la necesidad de promover un cambio de actitudes, procedimientos de trabajo y sistemas de gestión de todos los actores implicados en la cadena de suministro de alimentos". Todo ello, ha afirmado el director general, con el objetivo de "contribuir a un modelo de producción y consumo más sostenible".
Para conseguir esos propósitos, Burgaz ha explicado cómo desde el Ministerio, y tras la presentación de la Estrategia "Más alimentos, menos desperdicio", se han puesto en marcha numerosas iniciativas "que buscan dar respuesta a la preocupación que despierta esta problemática, no solo en España, sino en Europa y en el mundo".
Unas iniciativas que se enmarcan en las cinco grandes áreas de actuación centradas en los ámbitos del conocimiento de los límites y circunstancias que afectan a este problema; del establecimiento e identificación de modelos de buenas prácticas de su difusión y promoción; de los aspectos normativos que pueden afectarle; de la colaboración con otros agentes; y del fomento y desarrollo de nuevas tecnologías que ayuden a minimizar su magnitud.