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A los consumidores españoles les gusta probar los productos innovadores que salen al mercado, y en un buen porcentaje de casos repiten y los incorporan a su cesta de la compra habitual, según un último estudio de ACNielsen sobre "Los productos emergentes y la innovación en los mercados ante un nuevo consumidor". En dicho informe, que analiza la evolución de un 843 categorías de productos de gran consumo, de los que 114 son consideradas emergentes o innovadoras, al llevar poco tiempo en el mercado o presentar características novedosas, se pone de manifiesto como este grupo o segmento de productos emergentes, registra un incremento en su valor de ventas muy por encima del crecimiento promedio del mercado. Y es que mientras el grupo de productos innovadores, que representan el 11,2% (unos 300.000 millones de pesetas) del valor total, ha registrado una tasa de variación positiva en el último del 44,7% en el último periodo anual auditado, el grupo de productos maduros ha registrado un ascenso del 7,9%. Entre las características más destacables de estos productos innovadores está la posibilidad de crear nuevos segmentos de mercado, atraer a nuevos consumidores, y tener mayor precio de venta. ACNielsen distingue tres clases de producto: los relacionados con la salud y cuidado personal, los que aportan más comodidad y rápidez, y los que se distinguen por el prestigio o la moda que aportan. Para la consultora, la gran distribución, con su política de ampliación de surtido y creación de nuevos espacios para este tipo de productos, está siendo uno de los principales promotores de los nuevos hábitos de consumo. Además su presencia y peso en estos nuevos segmentos a través de sus referencias evoluciona de forma prácticamente paralela a la de los fabricantes líderes. Las marcas de distribución llegan a tener el 47% de las ventas en el segmento de embutidos o fiambres loncheados, el 39% en cerveza sin alcohol, el 23% de los panecillos y el 21% del aceite de oliva virgen.