Revista
El sector del dulce español cerró 2024 con una facturación de 7.806 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 3 % respecto al año anterior, según el 'Informe Produlce 2024' que la Asociación Española del Dulce presentó durante su Asamblea General, en la que también se ratificó la renovación del Comité Ejecutivo de la organización. Así, con un desempeño sólido tanto en el mercado nacional como en los mercados internacionales, el sector se consolida como uno de los pilares de la industria alimentaria española, destacando por su capacidad de generar empleo estable y de alta calidad.
Todas las categorías que conforman el sector han crecido durante el pasado año en términos de consumo, con el cacao y chocolate liderando los segmentos (2.106 M€), seguido por galletas (1.428 M€), pastelería y bollería (1.310 M€), panificación (954 M€), caramelos y chicles (809 M€) y turrones y mazapanes (290 M€)
El mercado nacional alcanzó los 5.357 millones de euros (+1,4%), mientras que las exportaciones superaron los 2.400 millones de euros (+5,3%), situando al dulce como el quinto exportador de la industria agroalimentaria. La balanza comercial se situó en 881 millones de euros.
“El reto ahora no es solo mantener el crecimiento, sino avanzar hacia un modelo cada vez más inclusivo, sostenible, innovador y conectado con las nuevas generaciones. El sector del dulce está demostrando que se puede ser competitivo sin renunciar al arraigo territorial, al empleo de calidad y a una industria alimentaria más humana, que suma valor económico y social en todo el país”, ha explicado Rubén Moreno, secretario general de Produlce.
Todas las categorías que conforman el sector han crecido durante el pasado año en términos de consumo, con el cacao y chocolate liderando los segmentos (2.106 M€), seguido por galletas (1.428 M€), pastelería y bollería (1.310 M€), panificación (954 M€), caramelos y chicles (809 M€) y turrones y mazapanes (290 M€). Este desempeño refleja la alta calidad, competitividad e innovación de los productos españoles y la confianza continua del consumidor.
En 2024, con un crecimiento de más del 5%, las exportaciones del sector del dulce en España superaron los 2.400 millones de euros, alcanzando 657 mil toneladas exportadas a nivel mundial. Europa volvió a sumar el grueso de las exportaciones con 1.771 millones de euros, un 5% más que en 2023, seguida de América (323 millones, 13%), Asia (157 millones, 6,5%) y África (139 millones, 5,8%). Entre los principales mercados, Francia, Portugal y EE.UU. se mantienen como los tres primeros destinos, si bien este último, junto a Reino Unido y Alemania, presenta caídas en valor y volumen en 2024. Destaca, en sentido contrario, el buen comportamiento de Marruecos, con un aumento de las exportaciones del 12,1% en valor y el 13% en volumen, consolidando su posición como mercado estratégico para el sector.
Rubén Moreno: “El reto ahora no es solo mantener el crecimiento, sino avanzar hacia un modelo cada vez más inclusivo, sostenible, innovador y conectado con las nuevas generacione”
En el análisis por categorías, caramelos y chicles se afianzaron en la primera posición de las ventas al exterior del sector, con unas exportaciones de 794 millones de euros. Le siguieron cacao y chocolate (643 millones), galletas (618 millones), bollería y pastelería (204 millones), panificación (94 millones) y turrones y mazapanes, con 68,5 millones de euros y afectada especialmente por las caídas en Reino Unido y EE.UU., sus dos primeros mercados.
La importancia económica del sector del dulce en España no solo se refleja en el volumen de consumo o las exportaciones, sino también en los puestos de trabajo que genera. En nuestro país, este dato asciende a 27.670 empleos directos en 2024, un 2,6% más respecto al mismo periodo del año anterior.
El pasado año volvió a destacar el porcentaje de contrataciones fijas, repitiendo el 78% en el conjunto del sector, lo que sigue contribuyendo a generar y mantener empleo de calidad. Asimismo, la representatividad del empleo femenino, que alcanza ya prácticamente la paridad con un 48%, se encuentra muy por encima de la media de la industria manufacturera, que es del 28,3%, mostrando además una altísima estabilidad y una creciente participación en posiciones de liderazgo, reflejo de la evolución hacia una industria más inclusiva y equitativa.