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El Gobierno español, al igual que el de otros países europeos, ha tomado la decisión de sacrificar todos los animales importados del Reino Unido en los últimos meses, para evitar una propagación del virus de la fiebre aftosa. Desde el pasado día 1 de diciembre han llegado a nuestro país 2.066 cabezas porcinas y ovinas. De esta cifra sólo quedan por sacrificar 540 cerdos vivos, que se encuentran inmovilizados en la localidad burgalesa de Villusto.