Revista
Aral Digital.- La cadena británica Sainsbury ha registrado unas ventas totales de 26.134 millones de euros en 2010, lo que supone un incremento del 7,1% respecto a los datos del curso anterior (24.400 millones). Excluyendo la comercialización de carburante el alza se cifra en un 4,9%, mientras que en términos comparables las ventas han ascendido un 2,3%.
Por su parte, el beneficio subyacente antes de impuestos ha crecido un 9%, hasta los 757,5 millones de euros, frente a los 694,8 millones obtenidos en el ejercicio precedente. Igualmente, el Ebitda también ha arrojado resultados positivos, pasando de 835 millones de euros a 942 millones en 2010 ( 12,8%).
Según indica el gigante británico, su cuota de mercado ha crecido en un entorno difícil y sus objetivos marcados de expansión comercial se han superado en cerca de un 15%. “Pese al complicado entorno económico, nuestra estrategia nos ha proporcionado registrar unas buenas cifras de ventas y beneficio”, ha declarado el presidente de Sainsbury, David Tyler.
“La fortaleza de nuestras ventas, combinada con los ahorros de producción y un estricto control de los costes operativos, nos han ayudado a alcanzar un buen crecimiento en beneficios. Nuestros compañeros continúan ofreciendo un gran trabajo, superando nuestras expectativas de servicio al cliente”, ha señalado el consejero delegado, Justin King.