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La firma alemana Wella, especialista en productos de cuidado capilar y cosméticos, ha cerrado el ejercicio 2000 con un beneficio bruto de explotación o Ebit de 228,4 millones de euros (más de 38.000 millones de pesetas), tras la reestructuración anunciada por la compañía el pasado mes de junio y el lanzamiento de su nueva gama de tintes con la marca Viva Color. El beneficio neto se situó en 101 millones de euros (más de 16.800 millones de pesetas), lo que supone un incremento del 25,8% que, según la compañía, podría haber sido del 40%, de no haberse visto gravado por el efecto fiscal a un año.
La cifra de ventas consolidada ascendió un 19% hasta los 2.824 millones de euros (469.874 millones de pesetas). Este índice de crecimiento, según la empresa, el mayor registrado en las últimas décadas, se debe especialmente al buen comportamiento de los negocios internacionales que tras registrar un incremento del 23,2% ya representan el 74% de las ventas globales del grupo.
Además, por primera vez desde 1997 la plantilla del grupo ha crecido, pasando de los 15.400 empleados a 15.870 en 2000.