Revista
El viñedo que Valdecuevas posee de la variedad viognier se encuentra ubicado a una altitud de 724 metros, una cifra que la bodega ha elegido para dar nombre al vino más personal de su catálogo. Con una extensión de una hectárea, estas viñas están situadas en el pago de La Lobera, en la localidad de La Seca (Valladolid).
Antonio Nieto, enólogo del grupo Valdecuevas desde 2014, ha explicado: “La idea de elaborar este vino surgió porque, año tras año, la uva viognier nos sorprendía por su gran calidad. Siempre aportaba mucha personalidad a los vinos, por lo que decidimos hacer uno en el que fuera la protagonista”.
Así surgió un proyecto experimental cuyo resultado es este vino elaborado en un 85% con la uva de origen francés. Con él, la bodega da un paso más en su búsqueda por nuevos proyectos con calidad e innovación. El producto final es un vino con personalidad gracias a una variedad que aporta frescura, cuerpo y untuosidad. Con aromas albaricoque, melocotón, flor de azahar y sabor a fruta de hueso y tropical, los vinos elaborados con viognier se caracterizan por una baja acidez y un nivel medio-alto de alcohol. Esta uva, originaria de la región francesa de Ródano, desarrolla todo su potencial en climas cálidos y soleados. En Rueda, es una variedad minoritaria que normalmente se utiliza para redondear vinos blancos elaborados con verdejo y/o sauvignon blanc. Sin embargo, la calidad de la variedad de la finca La Pardina, animó a Antonio Nieto a elaborar un vino donde fuera la protagonista.
Valdecuevas 724 cuenta con un 85% de viognier y un 15% de verdejo, variedad autóctona de la D.O. Rueda que se incorporó, como afirman “con el objetivo de aportar un poco de complejidad y potencia al conjunto”. La vendimia de esta uva se realizó por la noche al estar en su punto óptimo de maduración y con el objetivo de conseguir su más alta expresión aromática. Tras la recepción en bodega, se realizó una maceración en frío de 24 horas. Posteriormente, las uvas se prensaron y con el mosto de sangrado se inició una fermentación lenta en un micro depósito a una temperatura controlada de entre 14ºC y 17ºC, para proteger los aromas primarios. Una vez finalizada la fermentación, se llevó a cabo la crianza en tinas de roble francés de 500 litros, donde el mosto permaneció en contacto con sus lías 9 meses. Terminado el envejecimiento en barrica, el vino se clarificó, se filtró y embotelló para reposar seis meses antes de salir al mercado.
Es un vino de color amarillo pajizo, limpio y brillante. Sus principales aromas recuerdan a la fruta blanca madura y cuenta con un fondo de frutos secos. "Con una gran intensidad aromática, es fresco y muy agradable. En boca es untuoso y muy persistente, lo que lo hace ideal para acompañar mariscos, todo tipo de pescados, quesos frescos, pastas, arroces y carnes", señalan desde la compañía.
Antonio Nieto ha afirmado: “Por su potente perfil aromático, su frescura y suavidad, es un vino que despierta nuestro lado más hedonista. Al catarlo incita al disfrute, aunque no es un vino liviano, ya que tienen una elevada persistencia en boca. Es perfecto para gente curiosa que quiere probar vinos nuevos elaborados de una forma muy artesanal”. De esta primera añada correspondiente a la cosecha de 2021, se han puesto a la venta 1.490 botellas.
Valdecuevas es una bodega familiar que comenzó hace 10 años cuando la familia Martín Rodríguez apostó por un terreno en la D.O. Rueda. Con un total de 125 hectáreas, la fruta procede en su totalidad de viñedos propios. Además de verdejo y sauvignon blanc, se cultivan otras variedades blancas como la gewurztraminer, la viognier -con la que elaboran Valdecuevas 724-, así como la tinta tempranillo.
El edificio que alberga la bodega está situado dentro de la propia finca, en el pago denominado La Pardina. Está equipado con sistemas de elaboración modernos, versátiles y sostenibles, ya que el compromiso con el cuidado del medio ambiente es uno de los pilares de la familia.
Antonio Nieto, combina las nuevas tecnologías con la tradición para elaborar vinos de alta calidad y con un carácter personal: concentrados, potentes en nariz y generosos en boca. La bodega cuenta con un amplio catálogo de vinos ideados para satisfacer a diversos paladares. Están divididos entre “formales”: Valdecuevas verdejo, Valdecuevas Cuvée, Valdecuevas fermentado en barrica, Valdecuevas sauvignon blanc, Álium y Valdecuevas Rosé; y “desenfadados”: Flor Innata, Flor Itura y Diwine.
Para conmemorar sus primeros 10 años, la bodega se marca como objetivo mantener los estándares de calidad que caracterizan a sus vinos e incluir nuevas propuestas como este lanzamiento. También han llevado a cabo un proyecto de colaboración con la Escuela Superior de Diseño de Valladolid (ESI) para unir vino y arte.