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ElPozo Alimentación ha creado el Índice del Bienestar, un sondeo a través del cual ha preguntado a los españoles por sus hábitos de alimentación y su preocupación por mejorarlos, así como por su grado de bienestar. Este estudio realizado por la agencia especializada en salud SPRIM se ha llevado a cabo con una muestra de 1.000 personas en toda España de ambos sexos y de edades comprendidas entre los 25 y los 65 años. Del estudio destaca que los españoles encuestados se preocupan por su salud e intentan llevar una alimentación saludable pero no siempre lo consiguen. Les gustaría cuidarse más, comer mejor y hacer más ejercicio. En definitiva, se preocupan por conseguir y mantener unos hábitos saludables.
En concreto el 34,2% de los encuestados afirma que intenta llevar una vida saludable pero no siempre lo consigue, al 27,2% le gustaría cuidarse más, entendiendo por ello comer mejor y hacer más ejercicio, mientras que el 21,3% se cuida: tiene especial cuidado con la alimentación y lo combina con ejercicio físico. Sólo el 3,9% de los encuestados reconoce que come lo que le apetece sin tener en cuenta si es bueno o malo.
Según destaca Jose Luís Llisterri, actual presidente de Semergen, coordinador nacional del Grupo de Hipertensión Arterial de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria y miembro del Comité de Expertos del BienStar de ElPozo Alimentación “es fundamental para estar sano y sentirse bien la combinación de una alimentación saludable y equilibrada y la práctica de ejercicio diario”.
Según han indicado los consumidores encuestados, su consumo de grasas y sal es excesivo. El 94,8% de los encuestados consideran importante restringir y/o controlar el consumo de grasas en la dieta mientras que el 79,9% de ellos afirma comprar productos “bajos en grasa” o “sin grasa” con el objetivo de conseguir una alimentación más sana.
A pesar de que un 73,8% de los encuestados considera necesario reducir la ingesta de sal, un 57% de los mismos afirma no comprar las versiones “bajas en sal” o “sin sal” lo que también se relaciona con el dato indicado en la tabla anterior ya que sólo un 10,6% de los encuestados se fija en la cantidad de sal cuando consulta el etiquetado nutricional. Según destaca Jose Luís Llisterri, “siempre es recomendable la reducción del consumo de sal y sobre todo en los casos de pacientes con hipertensión arterial, enfermedad cardiovascular y obesidad entre otras, aunque en general es necesario que la población general reduzca su consumo de sal y grasas”.
El etiquetado nutricional suele ser un punto de información para que el consumidor pueda conocer las características del producto que va a adquirir, y pueda determinar si se trata de un producto que le ayuda a cuidar su alimentación y por tanto su salud en general. De este estudio se extrae que el 85,8% de los encuestados afirma leer el etiquetado nutricional, aunque la gran mayoría, el 64,9%, declara que sólo lo lee a veces frente al 20,9% que declara leerlo siempre. Por el contrario, el 14,2% de la población afirma no leer nunca el etiquetado nutricional. Por tanto, se acentúa la tendencia de la población española por informarse sobre las características de los productos que pueden llegar a adquirir en el momento de la decisión de compra. Es destacable de igual modo que aquellos que sí leen el etiquetado nutricional, el 46,2%, se fijan en toda la información en general y en especial en el valor energético y las grasas.