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El Parlamento de Catalunya ha aprobado recientemente y de forma casi unánime la nueva Ley de Equipamientos Comerciales y la Ley del Impuesto sobre Grandes Superficies, modificando significativamente el marco legal establecido por la Ley de Equipamientos Comerciales de 1997, que introducen nuevas limitaciones a la actividad de las grandes empresas de distribución en aquella comunidad autónoma en beneficio del comercio urbano. Entre las novedades que se han introducido, destaca la del impuesto específico de 2.900 pesetas por metro cuadrado adicional para todos aquellos establecimientos que superen los 2.500 metros cuadrados de sala de ventas, gravamen que permitirá recaudar a la Generalitat unos 2.400 millones de pesetas al año que se destinarán a potenciar el comercio urbano. Por su parte, la nueva Ley de Equipamientos Comerciales introduce una nueva catalogación, como es la de establecimientos medianos -cuya superficie varía de acuerdo con el número de habitantes de la población en la que se instale- que necesitará de una autorización municipal específica (denominada licencia comercial municipal) para su apertura. Mientras que, todas aquellas grandes superficies (quedan catalogadas así todos los centros con más de 2.500 metros cuadrados en Barcelona y l´Hospitalet, y 2.000 en el resto de las ciudades de más de 25.000 habitantes) seguirán debiendo contar con la doble licencia concedida por la Generalitat. Antoni Subirà, conseller de Industria, Comercio y Turismo de la Generalitat de Catalunya, señaló durante su intervención “su agradecimiento a todos los grupos parlamentarios por sus aportaciones y la voluntad de diálogo y de negociación demostradas en la tramitación de esta Ley. El amplio consenso obtenido demuestra la importancia y el alto valor estratégico del sector comercial en Catalunya”.