Revista
Aral Digital.- El titular del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, Miguel Sebastián, ha presentado el Anteproyecto de Ley de reforma de la Ley de Ordenación del Comercio Minorista. La principal novedad que recoge el anteproyecto es la eliminación de la obligatoriedad de la licencia comercial y la implantación del principio general de la libertad de establecimiento. No obstante, las autoridades competentes podrán establecer un régimen de autorización, siempre y cuando esté sujeto al principio de proporcionalidad.
Asimismo, el documento presentado por el ministerio incluye la supresión de la definición de gran establecimiento comercial, con el fin de evitar un trato discriminatorio desde la legislación estatal a los distintos formatos comerciales, al no hacer referencia a los metros cuadrados del establecimiento. “En adelante el único aspecto relevante será el impacto que, dependiendo de la zona o el territorio, genere el establecimiento sin tener en cuenta la superficie”, dispone el nuevo documento.
El Gobierno ha insistido en que la nueva ley tiene en consideración el hecho de que el comercio interior es una materia asumida como competencia exclusiva por las comunidades autónomas. Así, los preceptos que no constituyen normativa básica estatal, según lo dispuesto en la disposición final primera de la ley, sólo serán aplicables en defecto de legislación autonómica específica en la materia.
La modificación de la legislación estatal del comercio minorista, que databa de 1996, responde a la necesidad de “adaptación a los nuevos imperativos derivados de la construcción del mercado interior” de la Unión Europea. En concreto, la legislación comunitaria impone a los Estados miembros la obligación de eliminar todas las trabas jurídicas y barreras administrativas injustificadas a la libertad de establecimiento y de prestación de servicios.