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El minorista alemán Rewe está transformando sus 2.600 supermercados a la enseña Rewe. Dicho cambio, que costará unos 40 millones de euros, se ha desarrollado en todas sus secciones, con logotipos, frontales, estanterías y etiquetas de precios, con la pretensión de unificar la nueva imagen de la compañía, tanto en Alemania como en Europa.
La compañía, que tiene actualmente presencia en 14 países, pretende incrementar sus inversiones en los países emergentes de Europa Oriental, para mantener la progresión en su facturación. Por este motivo, invertirá 1.000 millones de euros para ampliar su base comercial, enfocándola preferentemente a los clientes de Rusia.