Revista
Las pipas de girasol son un alimento rico en todos los sentidos. Tanto es así, que son adecuadas para recargar energía antes y después de hacer deporte, gracias a sus minerales, proteínas, vitaminas y fibra.
Desde Pipas USA apuntan cinco razones por las que se recomienda su consumo durante la práctica deportiva destaca, en primer lugar, que contienen minerales como el hierro, el zinc, potasio y selenio. Estos dos últimos ayudan a mantener en buen estado las articulaciones lo que es muy importante, ya que una lesión repentina puede convertirse en un problema para continuar la actividad física.
Además, la vitamina B, también presente, es revitalizante y combate el envejecimiento prematuro, manteniendo el cuerpo más joven y capacitado para desarrollar cualquier tipo de deporte sin complicación, así como para una mejor recuperación después de hacer un gran esfuerzo físico.
Otra razón es la presencia de la vitamina E que, entre otros beneficios, ayuda a mantener un sistema inmunológico fuerte. Esto permite a todos aquellos a los que les guste practicar deporte en exterior o incluso en interior, como en gimnasios, sean menos vulnerables a los resfriados provocados por los cambios de temperatura.
Las pipas de girasol también contribuyen en la calidad del descanso gracias a la vitamina E, que es esencial para la melatonina, una de las hormonas que genera el organismo humano en el sueño. Mantener unos buenos niveles de esta hormona ayuda a conciliar mejor el sueño y a descansar mejor y, por ende, a sentirse con la energía suficiente para afrontar una rutina de ejercicio.
Este alimento tiene grasas insaturadas que aportan aún más energía y contienen triptófano, un aminoácido que ayuda a producir serotonina. Esto hace que nos sintamos felices y con vitalidad para practicar deporte, con el que, a su vez, se generan más endorfinas, que siguen provocando sensación de bienestar, incluso horas después de practicarlo.
Son por sí mismas una fuente de magnesio, por lo que no es necesario recurrir a suplementos adicionales que se usan antes o después de entrenar para relajar los músculos y los nervios y para conseguir una mayor calidad en el ejercicio. El magnesio además ayuda a reducir el estrés oxidativo, evitando daños en las células y tejidos.
La recomendación, según los expertos, es de una dosis de 30 gramos al día, más o menos tres cucharadas. En esta cantidad hay 200 calorías, 6 gramos de proteína, 16 de grasas y 4 de fibra.