Como dijo una vez el conferenciante motivacional Garrison Wynn: "La acción y la capacidad de adaptación crean oportunidades". Hoy, las tiendas, más o menos grandes, ya pertenezcan a una gran marca o estén especializadas en un vertical determinado, englobadas dentro de la denominación general de comercio minorista o retail, tienen la oportunidad de prepararse para el futuro emprendiendo iniciativas que mantengan e impulsen la fidelidad de sus clientes, pero para ello deben aplicar esta capacidad de adaptación. 

Estos comercios de éxito ya se han transformado digitalmente para ofrecer a sus compradores una experiencia omnicanal, pero ahora, los consumidores han subido la apuesta y hoy no sólo piden experiencias que ofrezcan un tándem online-offline, necesitan ir más allá. Actualmente, estos consumidores también demandan unas experiencias de compra increíblemente atractivas y personalizadas, que fluyan a la perfección entre las plataformas físicas y digitales. Los compradores modernos son extremadamente exigentes y el entorno macroeconómico incierto actual ha hecho que sean aún más conscientes de dónde y cómo gastan su dinero.

Para poder competir por “cuota de bolsillo”, estos comercios necesitan estar a la altura de las circunstancias. La tecnología hoy es fundamental para satisfacer las nuevas expectativas de los compradores, lo que significa que la carga recaerá en gran medida en los equipos informáticos de los retailers, que deben estar a la última en la lucha por la innovación digital y la agilidad. Al igual que los consumidores buscan ahora flexibilidad en su forma de comprar, los retailers deben buscar la flexibilidad en su red. La adaptabilidad de la red no sólo ayudará a los equipos de TI a satisfacer las demandas de los compradores, sino que también podría abrirles un espacio para la innovación que impulse una mayor eficiencia empresarial y de sus operaciones, al tiempo que sorprenda gratamente a la base de clientes. 

“Los compradores modernos son extremadamente exigentes y el entorno macroeconómico incierto actual ha hecho que sean aún más conscientes de dónde y cómo gastan su dinero”

Pero ¿cuáles son las implicaciones reales de las cambiantes exigencias de los consumidores en los equipos de TI y en la red de los retailers? En Aruba nos hemos asociado con la agencia de tendencias globales Foresight Factory para analizar esta problemática, identificando cinco predicciones del sector sobre las que ya deberían empezar a actuar:

1. La oferta de experiencias digitales inmersivas en las tiendas

Hemos superado la idea de que los espacios físicos sólo sirven para que los clientes interactúen físicamente con los productos. Los clientes buscan una experiencia, no solo una transacción y, como resultado, habrá una mayor inversión en tecnología de RA (Realidad Aumentada) y RV (Realidad Virtual) que permitirá que las marcas revelen nuevas dimensiones de su oferta a cualquiera que pase por su puerta. Por ejemplo, cuando se utiliza en la tienda con auriculares facilitados por el negocio, la RV podría ser un vehículo para mostrar la fabricación sostenible de un artículo o para albergar una sala de exposición ampliada de productos que el espacio físico no pueda acomodar.

¿Y cómo afectará esto a la red informática de estos comercios? La tecnología inmersiva ejerce una enorme presión sobre la mayoría de las redes, con el peligro de que las aplicaciones lentas alejen al usuario en lugar de atraerlo. Sin embargo, esta carga no será constante, lo que significa que se necesita una red inteligente que sea escalable, ya sea hacia arriba o hacia abajo, para asignar sin problemas y al instante los recursos informáticos necesarios.

2. Las opciones de entrega serán cada vez más dispares y diversificadas

A la carta, en otro momento, en otro lugar: cuantas más opciones tenga el comprador, más satisfecho estará. Y vivimos en la era de la personalización extrema, por lo que la libertad de elección es clave. 

Los comercios responderán a estas demandas con enfoques cada vez más híbridos en la realización de los pedidos. Junto con las soluciones de entrega tradicionales, asistiremos a un aumento de las tiendas oscuras o dark stores para la realización de pedidos on-line, los microcentros de cumplimiento, las "pop-ups" para la recogida en tienda, los servicios de mensajería a la carta y las tiendas móviles. También aumentará la demanda de servicios de geolocalización.

“El primer paso es tomar las medidas necesarias para conseguir una red más flexible y adaptable”

¿Cuáles son las consecuencias de todo esto? Los establecimientos tendrán que ampliar y proteger su infraestructura de red hasta el extremo, donde las personas, los dispositivos y el Internet de las Cosas (IoT) se conecten a la red. Esto proporciona un acceso seguro y casi en tiempo real a los datos, a diferencia de las configuraciones tradicionales en las que toda la información se canaliza a través de un centro de datos centralizado.

3. Las tiendas se volverán más inteligentes para impulsar el disfrute y la eficiencia

Con el comercio electrónico haciéndoles la competencia de maneras cada vez más sofisticadas, los espacios físicos de las tiendas se redefinirán para centrarse no sólo en una mayor satisfacción y personalización para los clientes, sino también en unas operaciones comerciales cada vez más eficientes. Así, veremos cómo se aprovecha la tecnología inteligente para utilizarla en cajas sin personal o en vestuarios inteligentes, entre otros.  

Pero ¿qué significa esto para los departamentos de TI? Cuando las redes requieran constantes soluciones de problemas y actualizaciones, el departamento de TI se centrará en ello, en lugar de estudiar cómo aplicar la tecnología emergente para innovar y en beneficio del negocio. Con el apoyo de una solución de red intuitiva y la externalización de la gestión y el mantenimiento de la red, el personal de TI podrá innovar sin cesar, aplicando, por ejemplo, iniciativas inteligentes como sensores IoT en los congeladores para mantener un consumo responsable de energía, en lugar de estar pendiente de los cuadros de mando o de las averías y reparaciones necesarias.

4. El conocimiento inteligente del inventario ayudará a fidelizar a los clientes

Las tecnologías predictivas ocuparán un lugar destacado en la lista de prioridades, ya que los comercios intentarán comprender mejor las necesidades de inventario para satisfacer la demanda de los clientes en tiempo real. Podemos esperar operaciones más inteligentes tanto en los almacenes como en los centros de distribución, donde los retailers desplegarán robots inteligentes para controlar las existencias. Como resultado, la venta al por menor por encargo se convertirá en la corriente dominante, reduciéndose también los residuos y el exceso de inventario.

Pero, para que estas tecnologías sean eficaces a la hora de ofrecer datos inmediatos y predecir tendencias, es imprescindible una conectividad fiable y una visión de los datos en tiempo real. Sin esta estructura de red más inteligente, la información sobre inventarios será más imprecisa y las demandas de los clientes podrían quedar sin respuesta.

5. El showrooming se convertirá en streaming

La próxima fase del showrooming consistirá en retransmitir en directo desde las tiendas físicas al público online. Esto ofrece a los compradores una mejor conexión local con la marca, al tiempo que permite a los comercios aprovechar al máximo sus espacios físicos. Eso sí, para que la retransmisión en directo funcione, la palabra de moda es "ininterrumpida". Para ello, los retailers deben tener en cuenta el ancho de banda y la capacidad de red necesarios, en una red aún más flexible.

El camino a seguir

El panorama tecnológico en retail es cada vez más complejo y, aunque sea vital, la tecnología moderna sólo puede ofrecer las ventajas prometidas si se apoya en la infraestructura adecuada. Los argumentos a favor de un modelo flexible de consumo de red, como la red como servicio (NaaS), que ofrezca más escalabilidad y que ayude a un enfoque de red más centrado en los resultados empresariales, son más que convincentes. 

¿Por qué resulta adecuado el modelo NaaS? Un modelo de suscripción basado en el consumo en la nube ofrece a los comercios la posibilidad de externalizar varias necesidades de red, desde el costoso aprovisionamiento hasta la gestión y el mantenimiento diarios. Esto no sólo aporta más previsibilidad financiera a un sector en constante evolución, sino que también libera presupuestos para centrarse en la innovación digital que impulsa el compromiso y la fidelidad de los clientes. El equipo de TI del retail se libera de la carga de trabajo, ya que todas las actualizaciones de software, la supervisión y la resolución de problemas corren a cargo de expertos externos, lo que permite que el departamento de TI pueda centrarse en llegar a nuevos compradores y profundizar en las relaciones con los actuales a través de nuevas iniciativas.

En definitiva, y cuando hablamos de la red, hay todavía mucho margen de mejora. Su optimización reforzará los resultados de los retailers expertos y asegurará su lugar en un panorama cada vez más competitivo. El primer paso, por tanto, es tomar las medidas necesarias para conseguir una red más flexible y adaptable.