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Desde sus orígenes, Casa Tarradellas tiene integrado en su forma de ser contribuir de forma responsable a los desafíos medioambientales. Con un modelo de producción arraigado en la localidad de Gurb, en la comarca de Osona (Barcelona), la compañía ha construido un sistema basado en la sostenibilidad 360º.
“En Casa Tarradellas sabemos que trabajar de manera responsable en cada proceso del desarrollo de un producto nos beneficia a todos. Reafirmamos nuestro compromiso con un modelo de producción sostenible que integra innovación, respeto por el entorno y responsabilidad social. De hecho, el 25% de la energía eléctrica que usamos en Casa Tarradellas se genera a partir de fuentes renovables propias y, además, el 100% de la energía eléctrica cuenta con el certificado de origen renovable. Este porcentaje es solo un paso más en nuestro camino hacia una industria más verde y consciente”, afirma Miquelina Saborit, directora de comunicación de Casa Tarradellas.
La apuesta por las energías renovables ha sido uno de los pilares estratégicos del grupo. El desarrollo del Plan Energía Verde, que ubica las instalaciones fotovoltaicas en el mismo punto de consumo en todas sus plantas, ha consolidado una red de más de 200.000 metros cuadrados de superficie fotovoltaica. Este sistema permite cubrir más del 25% de su consumo eléctrico con energía solar autogenerada.
Miquelina Saborit: “En Casa Tarradellas sabemos que trabajar de manera responsable en cada proceso del desarrollo de un producto nos beneficia a todos. Reafirmamos nuestro compromiso con un modelo de producción sostenible que integra innovación, respeto por el entorno y responsabilidad social"
Casa Tarradellas cuenta con dos molinos propios, el segundo de ellos inaugurado en 2025, que permiten procesar hasta 30 toneladas de trigo por hora con una reducción energética del 10% en la molienda y del 15% en el tamizado. Esta autonomía en el suministro de harina asegura consistencia, calidad y trazabilidad de la harina para sus pizzas desde el cultivo del trigo en campo hasta el producto final.
Paralelamente, Casa Tarradellas ha logrado reducir su consumo de agua en un 14,5% desde 2019 gracias a un conjunto de pequeñas soluciones tecnológicas desarrolladas internamente. Entre ellas, la recuperación del agua evaporada durante el curado del Espetec. Esta innovación, que arrancó en 2018 en la planta de Olost, está actualmente replicada en otros centros productivos como parte de su estrategia del uso circular del agua.
Otro pilar fundamental del compromiso medioambiental de Casa Tarradellas es la economía circular. Desde 2012, la compañía tiene su propia planta de reciclaje de PET, donde se procesan los recortes de plástico generados en el proceso de envasado para transformarlos en nuevas láminas destinadas a nuevos envases. Este modelo de reutilización interna no solo reduce residuos, sino que también minimiza el uso de materiales vírgenes, reforzando el uso circular del plástico y la coherencia ambiental de su sistema productivo.
En noviembre de 2024, Casa Tarradellas recibió la estrella Lean & Green de la Asociación Aecoc tras alcanzar una reducción del 20% de su huella logística. Este reconocimiento, respaldado por auditorías europeas, acredita su esfuerzo en avanzar hacia un modelo de distribución más sostenible y alineado con los objetivos de neutralidad climática fijados por la Cumbre del Clima de París (COP21) para 2050.
Casa Tarradellas cuenta con dos molinos propios, el segundo de ellos inaugurado en 2025, que permiten procesar hasta 30 toneladas de trigo por hora con una reducción energética del 10% en la molienda y del 15% en el tamizado
En el último ejercicio, la compañía destinó 40,8 millones de euros a iniciativas medioambientales, automatización e innovación tecnológica, acelerando la transformación de sus operaciones hacia un modelo más eficiente y responsable.
“Nuestros objetivos medioambientales están alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y combinan tradición, innovación y compromiso ambiental en un solo proyecto. Tenemos claro el camino a seguir: trabajar con criterios de sostenibilidad en el presente para construir el futuro”, detalla Saborit.