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AMDPress.- El conglomerado catalán Agrolimen se ha hecho con el control absoluto del fabricante de pet food Gallina Blanca Purina, mediante la adquisición a la estadounidense Ralston Purina, perteneciente al grupo Nestlé, del 50% restante del capital que le faltaba. Esta operación, que todavía esta pendiente de la aprobación por parte de las autoridades de la competencia, responde a las desinversiones a las que está obligada la suiza Nestlé tras la compra del también fabricante de alimentación para mascotas Ralston Purina. La Comisión Europea condicionó dicha compra a que la multinacional suiza se desprendiera o concediese licencias en España, Italia y Grecia.
Ralston Purina entró en el mercado español en 1963 mediante la constitución conjuntamente con Agrolimen de Gallina Blanca Purina. Esta sociedad, que cuenta con una facturación cercana a los 110 millones de euros (unos 18.300 millones de pesetas), con un crecimiento anual de dos dígitos, tiene una planta de producción de alimentación para mascotas en Santa Margarida i els Monjos (Barcelona) con 225 empleados y comercializa sus productos con las marcas Dog Chow, Cat Schow y Purina Pro Plan.
Con la venta de su participación en Gallina Blanca Purina, la suiza Nestlé podrá mantener los activos en España de su línea de productos para perros y gatos Friskies, entre los que se incluye un centro de producción en la localidad barcelonesa de Castellbisbal. Nestlé, tras la adquisición el pasado año de la compañía Ralston Purina, por un montante de 11.537,6 millones de euros (10.300 millones de dólares), se ha convertido en el líder a nivel mundial del mercado de pet food. Además, la multinacional suiza prevé obtener con esta operación cerca de 291,24 millones de euros (260 millones de dólares) por sinergías a partir de 2003.