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AMDPress.- Tras alcanzar una cuota del 80% en el mercado de pizzas frescas, Casa Tarradellas ha decidido entrar en el negocio de los platos precocinados refrigerados con el lanzamiento de tres variedades de quiche, de jamón, queso y calabacín.
Este producto se elabora en una nueva planta de 2.500 m2 que la compañía ha puesto en marcha en Vic (Barcelona), que se suma al complejo de 100.000 m2 que tiene en la vecina localidad de Gurb, donde ha acometido una inversión de 60 millones de euros en los últimos tres años.
“Hemos entrado en precocinados una vez consolidado el negocio de las pizzas”, señalan fuentes de la empresa. La compañía catalana, centrada en sus inicios en la producción de embutidos y paté, diversificó su producción hace seis años con el lanzamiento de las pizzas frescas refrigeradas, que actualmente aportan más del 50% de su facturación. El nuevo producto lanzado ahora podría suponer el primer paso para presentar otros platos precocinados.
En 2003, Casa Tarradellas alcanzó una facturación de 328 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 9,3%. Además de pizzas frescas, la compañía comercializa el famoso Espetec, patés, jamón cocido y bacon loncheado.