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AMDPress.- El grupo Codorníu ha cerrado su último ejercicio el pasado mes de junio con una caída en sus beneficios netos del 66%, debido según su director general Jordi Raventós, al fuerte incremento de los gastos financieros y a la desaceleración del ritmo de crecimiento de las ventas. El grupo catalán ha alcanzado un beneficio antes de impuestos de 12,27 millones de euros (2.042 millones de pesetas), un 30% menos que el ejercicio anterior; mientras que el resultado neto ha quedado reducido a 3,78 millones de euros (629,4 millones de pesetas), frente a los 10,9 millones de euros (1.829 millones de pesetas) registrados un año antes.
La facturación de este último ejercicio 2000-2001 acusó la resaca del mercado tras el efecto 2000, y frente a un crecimiento previsto por la compañía del 10%, se registró un ascenso del 3,9%, hasta 191,14 millones de euros (31.803 millones de pesetas).
Para el presente ejercicio fiscal 2001-2002, Codorníu tiene previsto invertir un total de 24 millones de euros (4.000 millones de pesetas), que se destinarán básicamente a comprar de viñedos en California y a la construcción de una nueva bodega en Bellver de Cinca, en Huesca, que se denominará Nuviana. Esta bodega, con una capacidad para seis millones de botellas, elaborará vinos de la tierra del Valle del Cinca, que se empezarán a comercializar a finales de 2002.