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Desde el pasado 12 de mayo, se pueden identificar los quesos Havarti originales que hayan sido producidos en Dinamarca con su recién estrenado sello de IGP. Los quesos que ya estaban en el mercado con el nombre de Havarti cuando se realizó la petición de la IGP en 2010, seguirán autodenominándose como tal durante un período de cinco años, no obstante, se podrán diferenciar porque no portarán dicho sello.
El cliente cada vez más desea conocer con exactitud no solo qué es lo que está comprando, sino dónde se ha hecho y bajo qué proceso ha sido producido. Esto se acentúa aún más en el sector alimenticio, por eso existen sellos como el de la IGP que ayudan al consumidor a identificar con mayor facilidad los productos con orígenes protegidos.
El sello IGP ayuda al consumidor a identificar con mayor facilidad los productos con orígenes protegidos
En el caso del queso Havarti, se trata de un queso amarillo muy distintivo, de gusto cremoso y suave que se realiza a partir de leche fresca de vaca. Este queso está inspirado en el Tilsiter, fabricado en 1870 por Mrs Westphal en Tilsit, al Este de Prusia. Sin embargo, el auténtico Havarti tiene su origen en la granja experimental de Hanne Nielsen. Fue allí donde vio la luz por primera vez el queso danés Havarti, que debe su denominación a la ubicación de la granja situada en Havarthigaard, al norte de Copenhague.
También su método de producción es una de las características que le identifican. De este modo, para lograr el verdadero sabor de este queso es imprescindible que en su elaboración se separe la cuajada del suero y se lave el cuajo, antes de ser colocado en los moldes y sometido a presión, siguiendo la auténtica receta tradicional danesa.
Entre los quesos Havarti que podrán lucir su nuevo sello IGP se encuentra el de la enseña Arla, al ser tanto su producción como su procedencia, desde sus inicios, los originales. Este producto se podrá encontrar tanto en los lineales fríos como lácteos de cualquier supermercado.