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Cárnicas Serrano ha presentado los resultados de su política de I D i a la que anualmente destina el 1% de su facturación para inversiones en este campo. La compañía ha logrado que el 30% de sus ventas anuales pertenezcan a los productos con menos de tres años en el mercado, gracias a una política activa de innovación con la que trata de adecuar su oferta a las nuevas exigencias de los consumidores, en función de los nuevos hábitos de consumo. Serrano, en los últimos años, se ha posicionado en el segmento de libre servicio reforzando su presencia en el canal de distribución moderna mediante la presentación de productos loncheados. Con este objetivo, la empresa ha invertido cerca 2,2 millones de euros en maquinaria y en la mejora de instalaciones. Así, acaba de estrenar nuevos laboratorios de microbiología y de análisis químicos y ha invertido en las instalaciones del departamento de I D y Control de Calidad, con el objetivo de incrementar su nivel de efectividad en el desarrollo de nuevos productos.
La firma valenciana dispone de un departamento propio de I D i en el que se han realizado modificaciones. De él han salido productos como la gama Sabrosanos, (con la hamburguesas baja en grasa) que cuenta con el aval de la Universidad de Valencia, el pavo trufado y recientemente los curados de pavo (salchichón y chorizo). Serrano ha facturado en el último ejercicio 54 millones de euros, un 6% más. Además, en 2012 la compañía ha producido 12.557 toneladas de elaborados cárnicos de las cuales 4.853 corresponden a productos loncheados. En 2012, la empresa ha logrado consolidar su presencia en el mercado europeo elevando su facturación un 10%, lo que supone casi un tercio de la facturación total de la empresa. La firma valenciana tiene presencia en algunas de las principales cadenas de distribución europeas como son Edeka, Intermarché, Leclerc o Auchan, entre otras.
Por su parte, la filial cubana de la compañía, Cárnicas Bravo en 2012 facturó cerca de 38 millones de dólares. La gama de productos que más ha contribuido en la buena evolución de Bravo, cuya planta está situada en La Habana, ha sido la de frescos congelados. El crecimiento de la actividad de la planta se ha basado en la oferta de productos elaborados congelados en fresco (hamburguesas y salchichas) que se destinan al sector hotelero para el turismo.