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Coincidiendo con los días de cosecha, Casa Tarradellas ya está almacenando el trigo de este año en su nuevo almacén, que aprovisionará el molino propio en el que elabora la harina de sus pizzas.
La instalación tiene una capacidad de almacenamiento de más de 10.000 toneladas que abastecen a la harinera, que en 2016 amplió su capacidad para poder doblar la producción de harina.
El almacén de trigo ocupa 3.000 metros cuadrados y complementa el proyecto de ampliación de la harinera de Casa Tarradellas. Está equipado con silos de almacenamiento, una unidad de control de calidad y un área de selección que permite analizar la calidad del trigo y la trazabilidad del cereal.
Cuenta también con equipos de pre-limpieza que, a partir de técnicas de tamizaje y aire, permiten almacenar el trigo ya limpio que después será trasladado a la harinera para que se elabore la harina para las pizzas.
Desde Casa Tarradellas explican que "las lluvias de mayo han dotado a los agricultores de buenos niveles de rendimiento en el campo, aunque las recientes lluvias están dificultando y atrasando el calendario de recolección, pero con paciencia y rigor la cosecha va avanzando".
La elaboración de las pizzas de Casa Tarradellas empieza en el campo, con el cultivo del trigo, continúa en la harinera en la que se muele el grano y finaliza en la línea de elaborados, donde se fermenta la masa, se cuece la base y se decora una a una cada pizza con los ingredientes de las diferentes recetas.