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Aral Digital.- La Federación Nacional de Industrias Lácteas (FeNIL) se ha hecho eco de la subida de los precios al consumidor de la leche, aludiendo que ese aumento se debe exclusivamente a la escasez de la materia prima.
La situación que desvela el estudio de Facua, la Federación de Consumidores en Acción, no es más que la constatación de una realidad de los mercados a nivel mundial. “El sector transformador lácteo español ha contenido los precios durante mucho tiempo, hasta que no ha tenido más remedio que trasladar, aunque sea parcialmente, el ciclo de subidas de la leche cruda como materia prima”.
Responsable de esta situación, sin precedentes en los mercados mundiales de leche, ha sido el tirón de la demanda mundial que ha provocado el aumento del consumo de leche y productos lácteos, así como de carne alimentada con proteína láctea, en países emergentes, fundamentalmente en China y la India.
La oferta, que ya por razones productivas siempre es más lenta en reaccionar, no ha podido adaptarse a esta creciente demanda por causas climáticas en Australia y Nueva Zelanda, y por la imposibilidad de aumentar la producción lechera en la Unión Europea, sujeta desde hace más de 20 años a un sistema de cuotas.
Otra de las razones del aumento de precios de la leche cruda como materia prima es que los excedentes de leche de los países europeos con cuota excedentaria se dirigen hacia productos industriales como la leche en polvo desnatada o la mantequilla, debido a que han incrementado sus precios y son más rentables.
Según datos de la Comisión Europea, los precios de la leche en polvo desnatada y de la mantequilla han aumentado un 60% y un 64% respectivamente, en una subida sin precedentes en la Historia. De esta forma, se impide que esa leche excedentaria cubra el déficit de producción de España, donde la cuota española sólo cubre el 65% del consumo.
Ante la incertidumbre de abastecimiento de la industria transformadora para atender las necesidades de sus clientes, se ha producido un proceso de fortísima competencia que se ha traducido en aumentos del precio en origen de la leche del 35% entre abril y agosto de este año.
La pérdida de competitividad es enorme si tenemos en cuenta que el diferencial de precios con Francia de esta materia prima ha pasado de 4 euros/100 litros a principios de año, a 12 euros a final de agosto.
El alza de los precios de la materia prima ha ido siendo absorbido por las empresas transformadoras, ya que las industrias no pueden trasladar los precios a sus clientes a la misma velocidad que crecen los precios de la materia prima.
En definitiva, las subidas que se constatan no son más que el resultado de una traslación parcial de la situación del mercado global de la leche que cada industria ha propuesto a sus clientes en función de su modelo de negocio individual, posicionamiento de sus productos e inversiones para atender las necesidades de un consumidor moderno y exigente.