Revista
AMDPress.- El Grupo Freixenet comercializó en España 53 millones de botellas de cavas y vinos en su último ejercicio, cerrado el pasado 30 de abril, lo que supone un descenso del 4%, mientras que la producción mundial de la compañía se situó en 201,8 millones de unidades. Ante esta caída de ventas, Pedro Ferrer, consejero delegado del grupo, ha explicado que el boicot tuvo un efecto fue reducido en 2004, porque llegó cuando la campaña navideña estaba muy avanzada, pero se espera que este año las consecuencias puedan ser peores.
Por otro lado, el grupo ha registrado en su último ejercicio un beneficio neto de 16,3 millones de euros, lo que supone un descenso del 18,5%, mientras que la cifra de negocio aumentó sólo un 1,29%, hasta 518 millones de euros.
En este contexto, la compañía ha anunciado que centrará su estrategia en apostar por el mercado exterior (de él depende el 80% de sus ventas), seguir invirtiendo en publicidad y consolidar su posición en Centroeuropa mediante sociedades mixtas con distribuidores locales, que permitan mayor control sobre el producto.
Esta iniciativa de sociedad mixta es el caso del acuerdo recientemente firmado con la empresa Eckes, comercializadora de Granini que hasta ahora distribuía sus productos en el mercado germano, para crear una empresa al 50% que facturará más de 300 ME anuales y donde un 55% del negocio lo aportarán productos Freixenet. Esta fórmula que ahora se aplica a Alemania, el primer mercado de Freixenet por encima de España, también se ha llevado a cabo en Suiza, con la creación de la sociedad Freixenet Alpes, y se quiere extender a Austria en el próximo año.