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El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Melocotón de Calanda activa un año más su campaña de divulgación sobre la autenticidad de su producto bajo el lema “sin tapujos”. Esta propone reducir el fraude descubriendo el auténtico fruto ‘al desnudo’, y educando al consumidor sobre sus cualidades.
Para reconocer el producto a primera vista, la clave es la etiqueta negra con el logo de la D.O. Esto demuestra que ha pasado por los controles de calidad del Consejo Regulador. También hay que tener en cuenta el aroma y la época del año, siendo entre agosto y septiembre cuando arranca su comercialización.
Un 20% de la cosecha se dedica a la exportación, principalmente a destinos europeos y una mínima parte a EEUU y Asia
La campaña incide en la calidad del cultivo del melocotón. En primer lugar, se realiza un doble aclareo del árbol hasta eliminar el 70% del fruto, dejando una distancia mínima de 20 cm entre cada uno. Luego se procede al embolsado manual e individual de cada melocotón, permaneciendo así hasta su recogida, dos meses después. Esta operación evita la contaminación por agentes externos y productos fitosanitarios.
Samuel Sancho, presidente de D.O., resalta que “es un pilar muy importante dentro de nuestra economía, ya que combate la despoblación al asegurar el futuro de los jóvenes agricultores”. También recuerda que fue en los años ochenta cuando empezaron a salir las primeras copias y tomaron la decisión de crear una asociación, hasta que en 1999 se consiguió la Denominación de Origen. Además, asegura que “la tarea más complicada es el control del fraude en el punto de venta”.