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La Federación Española de Hostelería, Fehr, y la Federación Española de Bebidas Espirituosas, Febe, han mostrado su preocupación tras el anuncio realizado por el Gobierno el pasado viernes de un ajuste de los impuestos especiales, y ante la posibilidad de que este ajuste afecte a las bebidas espirituosas. Así, ambas entidades han manifestado que esta posible subida impositiva tendría una grave repercusión directamente en el sector de los destilados, e indirectamente en el sector de hostelería, principal canal de ventas de las bebidas espirituosas.
Febe considera que una subida de los impuestos especiales agravaría más la situación del sector, que experimenta un decrecimiento continuado, que alcanza ya el 38%, desde 2008. Unos datos que han impactado negativamente en una industria compuesta en un 80% por pequeñas y medianas empresas familiares, y de la que dependen 360.000 puestos de trabajo, entre los directamente imputables a la industria y los vinculados a otros sectores como la hostelería, y el turismo. Así, se calcula que, de llevarse a cabo la medida, se perderían 35.000 empleos.
Como principal canal de distribución, con un 77% del consumo de espirituosos, la medida impactaría directamente en el sector hostelero, que acumula ya cinco años consecutivos de retroceso. La actividad de bares y restaurantes acumula pérdidas cercanas a un 20% desde que se inició la crisis en 2008. Febe ha señalado que la subida no estaría justificada por fines recaudatorios. Según datos de la Agencia Tributaria, en 2012, la recaudación por impuestos especiales aplicables a las bebidas espirituosas se redujo en 28 millones, un 3,5 % menos que en 2011. La recaudación total ascendió a 744 millones de euros, situándose por debajo de los niveles del año 2000 (755 millones), cuando la tasa impositiva era sensiblemente inferior.