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Durante 2000 el valor total de las ventas de supermercados, autoservicios e hipermercados se situó, según un estudio elaborado por DBK sobre la distribución alimentaria, en torno a los 46.157 millones de euros (7,68 billones de pesetas), con una variación del 6,2% respecto al año anterior, que a su vez había crecido también un 5,5%.
No obstante, hubo una distinta evolución según el tipo de establecimiento, ya que mientras se produjo un ligero desplazamiento de la demanda hacia los supermercados y autoservicios, lo cual provocó una aceleración en el ritmo de crecimiento de su facturación, que en 2000 se situó en 5,22 billones de pesetas, con un crecimiento del 6,9% respecto al año anterior. El ritmo de crecimiento de la facturación de hipermercados registró, por contra, una moderada ralentización, tanto en 1999 como en 2000, año este último en el que tuvo lugar una tasa de variación del 4,9%, que permitió alcanzar una cifra cercana a los 2,46 billones de pesetas.