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La Federación Española de Hostelería (Fehr) ha mostrado su rechazo ante el nuevo impuesto, aprobado el pasado viernes 15 de febrero por el Gobierno Balear, que grava, entre otros puntos, los envases de líquidos alimentarios. Fehr considera que se trata de una medida discriminatoria que pone en peligro la competitividad del sector turístico. El secretario general de Fehr, Emilio Gallego, anuncia que “estamos trabajando conjuntamente con otras organizaciones empresariales afectadas. Se están estudiando medidas legales, tanto en el ámbito autonómico, nacional, como de la Unión Europea”. Desde el gobierno balear se justifica la implantación de esta tasa por motivos medioambientales, si bien no se especifica su finalidad, lo que pone de manifiesto su naturaleza meramente recaudatoria. Además se trata de una tasa que ya está cubierta a través del servicio de reciclado de envases, que se lleva a cabo desde Ecovidrio y Ecoembes. La presidenta de la Asociación Empresarial de Restauració de Mallorca, Pilar Carbonell denuncia que “las nuevas medidas adoptadas por el gobierno balear repercutirán directamente en los precios, ya que los establecimientos apenas tienen margen de maniobra, lo que afectará directamente a una bajada del consumo”. Desde el sector hostelero se incide en que se está sometiendo a las empresas a una presión fiscal que está llevando a muchas de ellas a una situación insostenible. A este respecto la presidenta de los hosteleros baleares insiste “en las terribles consecuencias negativas que esta subida impositiva puede tener en nuestra única fuente de ingresos, el turismo. Este hecho puede derivar en una pérdida de competitividad frente a otros destinos, sumado a la mala imagen que estamos proyectando como destino que encare su oferta”.