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El grupo británico Marks & Spencer ha decidido cerrar todas sus filiales en Europa continental a finales de año (la que tiene en Irlanda no se verá afectada por esta reestructuración), además de vender los dos grupos que controla en Estados Unidos. La operación afecta a 4.390 empleados, de los que 3.350 corresponden a Europa continental y 1.040 al Reino Unido. Su filial española cesará por tanto su actividad, lo que provocará el cierre de sus nueve tiendas y la consiguiente pérdida de los 786 empleos de su plantilla.