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La crisis sanitaria ha supuesto un vuelco en diferentes planos de la sociedad. En todos los sectores han tenido que darse procesos de adaptación. Y, como no podía ser de otro modo, el plano empresarial no ha sido menos. Las empresas han tenido que adaptarse y forzar cambios. Muchos de esos cambios han demostrado su eficacia.
La historia ha demostrado que en las grandes crisis como los grandes conflictos bélicos o en los grandes retos tecnológicos (enviar el hombre a la luna) el ser humano se ha visto forzado a innovar y a cambiar de formas de trabajar que han supuesto un salto cualitativo respecto a las formas de trabajar e incluso de vivir.
“La pandemia ha traído consigo una serie de lecciones conviene tener en cuenta y aprovechar”
Así que, como en cada crisis de la historia, no todo es negativo y siempre se puede extraer una enseñanza. La pandemia ha traído consigo una serie de lecciones conviene tener en cuenta y aprovechar. Veamos cuáles son:
El trabajo en remoto ha forzado a llevar a cabo un conjunto de comportamientos en las organizaciones que antes no realizaban y que han demostrado ser mucho más eficaces. Eran comportamientos que parecían muy difíciles de implementar y sin embargo cuando el confinamiento ha forzado su ejecución se ha llevado a cabo. Este fenómeno ha demostrado que no existe una dificultad real para cambiar algunos modelos de gestión, sino que es simplemente una cuestión de falta de disciplina por parte de determinadas personas. Esto hace replantearse todo el tiempo y esfuerzo que se invierte en promover la gestión del cambio, puesto que la pandemia ha demostrado que cuando ha sido imperativo, el cambio se ha producido rápidamente y sin más dificultades.
Otra de las cosas que ha evidenciado la pandemia es que es posible poder cumplir los objetivos de la empresa sin necesidad de controlar presencialmente. Este cambio, no es solo una cuestión relativa a la confianza, sino que impacta en cuestiones muy importantes como la necesidad de tener mandos intermedios en las empresas cuya única o principal tarea es el control presencial de las personas, replantearse los modelos de medir el desempeño de las personas o incluso la definición de perfiles necesarios en las empresas.
La pandemia ha demostrado también que se pueden llevar a cabo muchas más reuniones y más productivas de forma remota. En las reuniones presenciales, solo el traslado ya podía consumir tanto tiempo como la propia reunión. El modelo de teletrabajo también ha forzado la utilización de herramientas de productividad, y no solo las videconferencias, sino también la utilización de las agendas electrónicas y una mayor puntualidad cumplimiento de los tiempos de la reunión. En este sentido también se ha demostrado que la necesidad de uso de asistentes humanos para la gestión de agendas y reuniones se puede reducir sensiblemente.
Todas las organizaciones han visto como sus techos de cristal respecto a implementar cambios en modelos de negocio, cambios en funciones y formas de trabajar, se han roto en añicos. Las compañías de sectores estratégicos han producido mucho más de lo que habían producido y en un tiempo record, las compañías que eran solamente presenciales se han transformado en digitales, muchas compañías que han tenido que efectuar ERTES y seguir trabajando lo han conseguido gracias a la priorización de acciones y aquellas empresas que debían implementar modelos de servicio al cliente diferentes lo han llevado a cabo.
El impacto del teletrabajo ha sido largamente comentado ya, pero los cambios profundos que puede provocar van más allá de la capacidad de trabajar de forma no presencial: reducción de los viajes de empresa para reuniones intra compañía, reducción de los viajes de empresa para reuniones externas, tener a disposición a talento globalizado, modelo de contratación de talento o incluso facilidad para penetrar en otros mercados /países.
La informática ha sido una palanca básica para mantener las operaciones de las empresas. Esto ha provocado que el nivel de importancia estratégico de los departamentos de tecnología ha aumentado en la mayoría de las organizaciones, cuando en la situación pre-pandemia en muchos casos, el departamento de informática no era percibido como un departamento estratégico. Mantener y potenciar la importancia del departamento IT como una gran herramienta competitiva dentro de las empresas es una oportunidad que se debe aprovechar
La pandemia no es más que una gran crisis que ha demostrado que la capacidad del cambio y la resiliencia de las empresas es mucho mayor de lo que habíamos pensado, es importante que tomemos todo aquello que se ha demostrado más eficaz que el modo de trabajo anterior a la pandemia y lo sepamos aprovechar