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Aral Digital.- La Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), ante la información recogida en distintos medios de comunicación en relación al estudio encargado por la Agencia de Seguridad Alimentaria Británica (FSA) que sugiere una relación entre el consumo de ciertos colorantes alimentarios y un aumento de la hiperactividad infantil, ha apuntado que el mismo es incompleto tal y como también indica la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN).
Ello es debido a que, entre los colorantes que cita, no determina con exactitud, cuáles son los que en combinación con el benzoato sódico pueden provocar tales efectos, ni tampoco recoge las dosis o cantidades que pueden provocarlos, por lo que, aunque sus resultados son de interés, deben completarse con estudios adicionales para que realmente sean útiles.
La nota informativa emitida por FIAB apunta que todos los colorantes y aditivos alimentarios están en permanente y continua revisión por parte de las autoridades europeas competentes, en cumplimiento de lo establecido en la legislación comunitaria. De hecho, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) había iniciado ya la revisión de los colorantes que están aprobados para su uso en la U.E.; revisión que se inició el pasado mes de julio y que estará acabada y publicada a finales de 2008.
La EFSA insiste, también, en que la hiperactividad a la que se alude, está asociada a otros factores (genéticos, medioambientales, etc), por lo que la posible nueva asociación, incrementaría los síntomas de este desorden de la conducta, pero sólo en aquellos niños que ya la padecen y no en aquellos que no la manifiestan, al contrario de lo que se ha indicado en algunos medios de comunicación.
Ni la Agencia Británica de Seguridad Alimentaria (FSA), ni la Comisión Europea han formulado, por esta nueva información, recomendación alguna de cautela, insistiendo en que los aditivos en cuestión siguen estando autorizados en la UE para su uso en diversos productos.
La industria alimentaria española siempre ha valorado positivamente cualquier aportación de nuevo conocimiento en torno a la seguridad alimentaria de los productos que elabora, pues, como es lógico, no existe ningún interés en utilizar productos que sean nocivos para sus consumidores. Por este motivo seguirá atenta a la evolución de los hechos y en caso de que las autoridades competentes modifiquen el cuadro de autorizaciones, realizará, con la máxima premura, la reformulación y demás medidas oportunas para seguir asegurando al máximo la calidad de sus productos.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria tiene en marcha una reevaluación general de todos los colorantes autorizados prevista en la Directiva 94/36/CE.