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Los españoles se encuentran entre los europeos que manifiestan mayor preocupación por las posibles repercusiones de la gripe aviar, según el estudio global realizado por ACNielsen. Más de la quinta parte de los mismos (21%) reconoce haber disminuido el consumo de pollo, y el 63% señala que come más pescado. En ambos casos, España destaca respecto a la media europea, sólo superada por Grecia y Turquía en la primera cuestión; y por Italia, Portugal y Holanda en la segunda.
En cambio, España queda por debajo de la media europea en cuanto al porcentaje de consumidores que declaran haber incrementado su consumo de carne roja, con un 31% frente al 44% de media; de mariscos, un 8% frente al 13% de media; y de comidas vegetarianas, un 11%, cuando en Europa la media es del 20%.
En conjunto, el mayor descenso declarado de consumo de pollo o aves de corral se produce en Asia-Pacífico (31%), seguido de Europa (14%) y Norteamérica (8%). El cambio en la dieta es generalizado: el 53% de los consumidores consultados declara haber aumentado el consumo de pescado; un 38% consume más carne roja; un 37%, más comidas vegetarianas; un 25%, más marisco; y un 11%, otras comidas optativas a pollo y aves.
Según ACNielsen, el 42% de los europeos manifiesta sentirse algo o muy preocupado por las consecuencias de la gripe aviar. El porcentaje llega al 52% en España, sólo superado por el 60% de Portugal, y similar al de Francia y Turquía. En el extremo opuesto, los países del Norte de Europa son los que se sienten menos afectados. Con todo, Europa es el continente menos preocupado, pues el 60% de los norteamericanos y el 55% de los asiáticos se manifiesta preocupado por el tema. Por su parte, la media mundial es del 52%, diez puntos por encima de la europea y la española.