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AMDPress.- La octava edición del Salón Alimentaria Lisboa, que se celebrará el próximo año en la capital portuguesa del 10 al 13 de abril, contará con algunas novedades respecto a las anteriores, como tres nuevos sectores monográficos: Vegefruta (frutas y legumbres ferscas), Deliexpo (delicatessen y productos regionales) y Panitec (materias primas y equipamiento para pastelerías y panaderías). Estas secciones específicas se unen así al resto de sectores representados hasta ahora: Multiproducto (gran consumo alimentario en general), Mundidoce (pastelería, confitería, galletas y golosinas), Congexpo (congelados y refrigerados), Intercarne (cárnicos y transformados), Expobebidas y Tecnoalimentaria (suministros tecnológicos).
Los organizadores del evento, Feira Internacional de Lisboa y Alimentaria Exhibitions -organizadora también de Alimentaria en la Fira de Barcelona- fueron los encargados de presentar ayer en Madrid la próxima edición. Alimentaria Lisboa contará con 25.000 m2 netos de espacio y con la presencia de 1.400 empresas procedentes de 40 países, repartidas en nueve salones monográficos.
Entre los puntos más atractivos de la Feria para las empresas participantes, Alberto Alonso, director de la misma, y J.Tomás González, director de comunicación, destacaron el valor de Lisboa Alimentaria como vía de acceso al apetecible mercado brasileño. Este acceso se justifica gracias a la influencia lusa en el país suramericano y las excelentes relaciones de Alimentaria con el Grupo Abras, la confederación de asociaciones de distribución más importante de Brasil y organizador de una feria alimentaria con gran incidencia en la zona comercial de Mercosur.
En cuanto a la importancia del mercado luso en las exportaciones para España, desde la organización de Alimentaria Lisboa explican que la presencia de productos alimentarios españoles no deja de crecer y ya alcanzan en el país vecino una cuota del 38%, donde cuentan con un alto grado de popularidad. Los índices de consumo en Portugal se han mantenido altos en los últimos años a pesar de la recesión, y es uno de los factores que analistas económicos señalan, junto al incremento de la inversión, como motores de un crecimiento sostenido para la economía portuguesa.