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AMDPress.- Los hogares españoles dedican el 22% de su presupuesto a la compra de alimentos y bebidas, acuden 21 veces al mes a realizar la compra y valoran cada vez más la marca de distribuidor, según el informe Benchmarking 2002, elaborado por Taylor Nelson Sofres (TNS), sobre las tendencias del consumidor nacional.
Este análisis, que estudia los principales cambios que se están produciendo en el sector de gran consumo, aclara que los actuales factores socio-económicos negativos (desaceleración del PIB, aumento de la inflación, cierto estancamiento en indicadores sobre el gasto, etc.) pueden compensarse aprovechando las oportunidades de un mayor número de hogares, la probable recuperación del número de nacimientos, el incremento del presupuesto dedicado a la alimentación y bebidas y la apuesta por la calidad. En particular, el informe considera que habrá más hogares consumidores, aunque de menor volumen; y que se reforzarán dos targets principales, senior e infantil, frente a la debilidad del número de jóvenes de entre 15 y 24 años.
En cuanto a la actitud de compra, TNS afirma que las visitas para hacer la compra se ha reducido hasta 21 mensuales en 2002, por las 25 registradas hace dos años. Estas visitas se hacen sobre todo en el fin de semana (el sábado concentra el 21% del gasto semanal) y registran unos mayores importes y artículos medios por compra (10,3 euros y 7,6 artículos en 2000 y 12,9 euros y 8,4 artículos en 2002). Este descenso en la inversión en tiempo se une a la menor dedicación en la preparación de los alimentos y redunda en el impulso de productos de gran comodidad como platos preparados, pastas frescas, pan de molde, cereales para el desayuno, etc. A éstos habría que unir los asociados a dietas saludables, otra tendencia muy marcada en el comprador moderno.
Las preferencias por la comodidad y la rapidez influyen también en el incremento de la participación de los supermercados, que conquistan cuotas de los hipermercados y de las tiendas tradicionales o especialistas. En concreto, el supermercado recogió el 86% del valor de negocio neto transferido de unos formatos de distribución a otros. Asimismo, otras modalidades como el vending, así como las tiendas integradas a las gasolineras y las tiendas de conveniencia también incrementan su participación, gracias a que el consumidor aprovecha cualquier momento para comprar.
Por último, dentro de los establecimientos hay una tendencia hacia la concentración de las ventas en dos vertientes, primeras marcas y marcas de la distribución, siendo las grandes perjudicadas las referencias menos fuertes. En particular, la MDD, que ha crecido tradicionalmente apoyada en su menor precio, se refuerza con la cada vez mejor percepción de su calidad por parte del consumidor.