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AMDPress.- Según las conclusiones del II Seminario AECOC de productos cárnicos y elaborados el consumo de carne en España ha perdido peso en los últimos años en favor de los productos básicos de la dieta mediterránea (pescados, frutas y verduras). La mayoría de los consumidores prefiere comprar carne fresca en el supermercado y tiene en cuenta, sobre todo, su calidad y frescura.
La crisis de las vacas locas ha marcado un antes y un después en el consumo de cárnicos en nuestro país. Según los datos de A.C. Nielsen, la carne de vacuno no sólo se ha reducido casi a la mitad (40%) durante el periodo de crisis, sino que no ha logrado recuperar su importancia anterior. En la mayoría de hogares españoles el consumo de carne se redujo en favor de la de pollo y, muy especialmente, de la de cerdo.