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AMDPress.- El Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) puso el pasado día 16 de enero en marcha un proyecto a gran escala para la capacitación científica y legal de unos 100 países en desarrollo, con el fin de que puedan los posibles riesgos y beneficios de las cosechas de transgénicos.
"La industria está convencida de que los cultivos modificados por la ingeniería genética son la clave del aumento de la producción de un modo ecológico. Pero otros están preocupados por que las nuevas tecnologías puedan conllevar riesgos para la salud y el medio ambiente", ha dicho el director ejecutivo del PNUMA, Klaus Toepfer.
Según explica el PNUMA, el proyecto, que está financiado por el Fondo Mundial de Medio Ambiente y cuenta con un presupuesto de 38,4 millones de dólares (unos 43,5 millones de euros), es un paso clave para ayudar a estos países a prepararse para la entrada en vigor del Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad, adoptado en enero de 2000. Este tratado intenta garantizar la seguridad del traslado, manejo y uso de los transgénicos. Hasta hoy, 107 países han firmado el Protocolo y han ratificado 10 de los 50 países necesarios para que entre en vigor.