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Un estudio, presentado en el seno del Máster de Administración y Dirección de Empresas Oleícolas de la UJA, desvela como ha afectado la tendencia alcista de los precios de los insumos, fertilizantes, energía eléctrica, combustibles, herramientas, plásticos, componentes y repuestos de maquinaria, transportes, etc. en las cotizaciones de los alimentos en el lineal, y en la caída de poder adquisitivo del usuario final.
En el análisis, con el objetivo de informar a la opinión pública, han ayudado Juan Carlos Marín, responsable de ultramarinos en Grupo Alcampo Centro de Linares y profesor del citado máster, y Juan Vilar, consultor estratégico y codirector del programa.
Se ha llevado a cabo en un centro cuya afluencia diaria real, es de más de 3 mil personas y el entorno operativo es de 145 mil usuarios, y 51 mil hogares. En cuanto a la gama de productos analizados, estos han sido de más de 30 mil, y de aceites y grasas, 1.060. El análisis se ha realizado durante los 9 primeros meses de 2022. El aumento de precios ha sido generalizado, si nos atenemos a estos por familias de alimentos, las subidas oscilan de entre un 5% y un 73% acumulado.
Con respecto a las grasas y aceites, la evolución ha sido la siguiente, por familias y elementos más interesantes y representativos, cuando hablamos de aceites de oliva, vírgenes y vírgenes extra, el incremento ha sido del 23,65%, sin embargo, no se trata de una evolución homogénea, se elevan en mayor medida los recipientes de mayor volumen, y en menor los envases de 75 cc de PET.
En el ámbito de los aceites de oliva refinados, estos acumulan un incremento en sus cotizaciones superior al 35%, la mayor subida la representa el aceite de orujo refinado, la menor, el aceite de oliva refinado suave.
No obstante, analizando otras grasas y aceites refinados, dicho incremento se traduce en un 73%, es decir, más del doble que en caso de los aceites de oliva refinados, y tres veces por encima de los aceites de oliva vírgenes y vírgenes extra, la mayor subida la manifiesta el girasol, con más del 71% de incremento, y la menor el aceite de maíz, con un 53%.
Por lo tanto, ya tenor de los resultados, en el caso de los aceites de oliva vírgenes, actualmente adquirimos 3 litros de aceite de oliva virgen extra, con el mismo dinero con que en enero comprábamos 4, si nos referimos a aceites refinados de oliva, adquirimos 2 litros con el mismo dinero que en enero adquirimos 3, y si hablamos de otras grasas y aceites vegetales, la situación es peor, con el precio que anteriormente comprábamos 11 litros, en este caso, tan solo podemos adquirir 6.