La compañía Stolt Sea Farm se ha convertido en el primer y único productor que logra certificar todas sus granjas para esta especie según el estándar de acuicultura responsable, el sello ASC (Aquaculture Stewardship Council).

La entrega simbólica del reconocimiento se ha producido en el marco de la feria Sea Food Global de Barcelona, donde el secretario general de ASC, Chris Ninnes, ha entregado al presidente de Stolt Sea Farm, Jordi Trias, la distinción que reconoce el compromiso y el trabajo de la compañía por el futuro de la alimentación.

Para Trías, "este es un momento de orgullo y un paso importante en nuestro compromiso de garantizar la mejor experiencia para nuestros clientes. Quiero extender mi agradecimiento a todas las personas en Stolt Sea Farm que han hecho posible que consiguiéramos este reconocimiento para el que se necesitan perseverancia, compromiso con la calidad, con el bienestar animal y trabajo en equipo. Todas estas son características de cómo vivimos nuestro propósito”.

Por su parte, Chris Ninnes, secretario general de ASC, ha dado la enhorabuena al equipo de Stolt Sea Farm y ha recordado: “ASC desarrolla y mantiene los estándares más estrictos y estamos encantados de dar la bienvenida a un líder como Stolt Sea Farm. Su ejemplo es fundamental para demostrar que las empresas comprometidas con el futuro desempeñan un papel crucial en la provisión de proteínas responsables, nutritivas y sabrosas en un mundo donde hay que alimentar de forma digna a una población creciente”.

Jordi Trias: "Este es un momento de orgullo y un paso importante en nuestro compromiso de garantizar la mejor experiencia para nuestros clientes. Quiero extender mi agradecimiento a todas las personas en Stolt Sea Farm que han hecho posible que consiguiéramos este reconocimiento para el que se necesitan perseverancia, compromiso con la calidad, con el bienestar animal y trabajo en equipo"

La primera granja en obtener la certificación fue su instalación de Øye, en Noruega, en abril de 2024. Unos meses después le siguieron las granjas de España y Portugal repartidas por la costa del Atlántico norte, confirmando así que todas las instalaciones de rodaballo de Stolt Sea Farm cumplen estrictos requisitos para garantizar el cuidado del medio ambiente, de las personas y de los propios animales. De esta manera, además, la compañía refuerza su compromiso con la alimentación del futuro, que apuesta por alimentar con calidad a una población creciente sin superar los límites del planeta.