Revista
"La calidad y la meticulosidad es lo que marca la distinción en el mundo de las bebidas espirituosas". En Saint Clair, ambos valores, están presentes en su ADN. Toda gira en torno al "arte, la cultura y el compromiso con la excelencia", explican desde la marca. Se trata de una ginebra seca y premium para aquellos que buscan una "sofisticación, capaz de despertar los sentidos y evocar recuerdos a través del tiempo".
El sello London Dry Gin, es sinónimo de distinción y excelencia, y Saint Clair honra esta tradición con una meticulosa producción artesanal en Granada, donde cada botella numerada es fruto de una destilación cuidadosamente seleccionada, capturando el corazón más puro de cada lote.
Con una dedicación obsesiva por la perfección, cada ingrediente natural se mezcla expertamente para lograr un equilibrio excepcionalmente suave. Este proceso, llevado a cabo en alambiques de cobre en pequeños lotes, culmina con una sexta destilación, donde la vainilla natural agrega una capa de untuosidad, inspirada en el efecto proustiano, en honor al escritor Marcel Proust, caracterizado por la capacidad de los olores y sabores para evocar poderosos recuerdos y emociones. En definitiva, se conoce como el fenómeno en el que un aroma o sabor específico pueden transportar a una persona a un recuerdo de manera inmediata y vivida, y a la vez, fijar la nueva experiencia en la memoria.
"Queríamos, no solo crear una ginebra, sino desencadenar una avalancha de recuerdos", aseguran desde la marca. "Y es, este compromiso con la memoria, lo que ha llevado a dos años de cuidadosa exploración y elaboración, combinando botánicos que evocan desde el clásico enebro y angélica hasta la audaz dulzura del regaliz, entrelazando así el origen británico y español con un toque rebelde".
Pero para entender el origen, hace falta conocer la historia, con la que nos remontamos a hace más de 30 años, cuando Bruce y Alex se conocen en Madrid. Ambos provenían del mundo del cine y de la publicidad y, desde entonces, no dejaron de cultivar juntos su pasión por el arte, la cultura y la creatividad, en cualquiera de sus formas. Pasión que, por supuesto, han heredado sus hijos, Adrián, curador de arte e incansable aventurero, y Gus, artista audiovisual con formación en administración de empresas. Dos generaciones, dos nacionalidades, lo clásico con lo rebelde, lo artístico con lo empresarial, la juventud y la experiencia. La familia St. Clair es una fusión de dualidades creativas que se complementan, y que ha combinado sus ideas y su pasión por la belleza y la excelencia, para crear su propia London Dry Gin.