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Datos de la Cámara de Comercio de España en su estudio “Impacto del Comercio en la Economía Española”, apuntan que 4,8 millones de puestos de trabajo en nuestro país están vinculados al sector Retail y 2,8 millones representan empleo directo. Si ponemos el foco en grandes cadenas de supermercados, encontramos que Mercadona, Carrefour, Lidl y Grupo Día son las cuatro que aglomeran el mayor número de tiendas, con más de 5.800. Esto implica también un número considerable de trabajadores, que asciende a más de 174.000.
Estos datos son muy positivos en materia de empleabilidad, pero también entrañan un desafío en sostenibilidad, ya que las tiendas físicas implican miles de desplazamientos diarios para ir y venir del trabajo, siendo el coche privado uno de los medios favoritos para el 60% de los trabajadores en un cómputo global, según el INE. Un factor que favorece la generación de atascos y, por ende, el aumento en emisiones de CO2.
La nueva Ley de Movilidad Sostenible, que pronto entrará en vigor, obligará a las grandes empresas a aplicar medidas que favorezcan una movilidad responsable con el entorno que reduzca atascos y emisiones contaminantes. Para las grandes cadenas de supermercados sumarse a este tipo de estrategias supone un reto, pero también una oportunidad para desarrollar iniciativas con un compromiso sostenible real, mejorar el bienestar de sus trabajadores e impactar en la sociedad de manera positiva.
“La nueva Ley de Movilidad Sostenible, que pronto entrará en vigor, obligará a las grandes empresas a aplicar medidas que favorezcan una movilidad responsable con el entorno que reduzca atascos y emisiones contaminantes”
Una de las estrategias que está mostrando más efectividad es la movilidad compartida. Es decir, poner a disposición del empleado la opción de compartir transporte con compañeros que trabajan en su mismo horario. La idea es generar una ruta similar a la del transporte público, creando puntos de recogida cercanos a los domicilios de los empleados. Estos son algunos beneficios que podemos observar:
Los últimos datos disponibles del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico apuntan que el sector transporte emite 90,46 millones de toneladas de CO2 y que, de ese total, el 28,4% vienen del transporte por carretera.
En este sentido, los atascos que se producen en horas punta incrementan significativamente la contaminación. De hecho, en condiciones de congestión severa, los vehículos pueden llegar a consumir hasta un 60% más de combustible. Una problemática que la movilidad compartida mejora al reducir el número de coches en la carretera.
“Una de las estrategias que está mostrando más efectividad es la movilidad compartida. Es decir, poner a disposición del empleado la opción de compartir transporte con compañeros que trabajan en su mismo horario”
Ahora bien, para llevar a cabo esta estrategia, la tecnología es una aliada clave. Un ejemplo son las plataformas de transporte on demand basadas en IA. A través de ellas los trabajadores pueden solicitar plaza en un vehículo corporativo de forma sencilla, compartiendo viaje con otros compañeros. Una tecnología inteligente que, al conectar pasajeros, conductores y operadores en tiempo real, puede prever el tipo de vehículo que necesitará y diseñar un mapa de ruta al instante en función de los puntos de recogida.
Desde Celering hemos puesto todos nuestros esfuerzos en desarrollar un software de gestión de flotas que no sólo vele por la movilidad sostenible, sino que la optimice. Un ejemplo es que, a través de nuestra plataforma, es posible compartir rutas entre organizaciones. De este modo, si una empresa libera plazas, se las puede vender a otra para garantizar ahorro económico y ambiental. Además, gracias a la monitorización en tiempo real podemos evaluar el rendimiento de cada vehículo, gestionar las rutas de manera eficiente y realizar mantenimientos preventivos.