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El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte ha empezado a certificar las primeras picotas de la temporada, con una previsión de tres millones de kilos entre las cuatro variedades certificadas: Ambrunés, Pico Negro, Pico Limón y Pico Colorado.
La auténtica picota del Jerte alcanza su grado óptimo de maduración a mediados de junio, casi un mes más tarde que las variedades de cereza más tempranas. Es en este punto cuando la D.O.P. Cereza del Jerte comienza su certificación, un riguroso proceso de selección que garantiza la máxima calidad del producto.
Las primeras picotas de la temporada pertenecen a la variedad Ambrunés, y con ellas se da comienzo a la campaña de este fruto único de esta región del norte de Extremadura
Por el momento, se han certificado las cerezas de las variedades Burlat y Navalinda, las más tempranas del valle, y se ha comenzado con la certificación de la Van. El presidente del Consejo Regulador de la D.O.P. Cereza del Jerte, José Antonio Tierno, ha explicado que “la campaña de este año avanza con un ligero retraso, pero con buenas perspectivas”.
En este sentido, ha destacado la calidad de las cerezas certificadas hasta la fecha y ha indicado que “se espera alcanzar la previsión de siete millones de kilos de cereza certificada”. Por su parte, la campaña de la picota arranca “con una previsión de tres millones de kilos, aunque todo depende de que no haya problemas de climatología adversa durante la campaña”, declara el presidente del Consejo Regulador, y añade que las amenazas de tormenta de los últimos días “no han afectado a la producción del valle”.
Las primeras picotas de la temporada pertenecen a la variedad Ambrunés, y con ellas se da comienzo a la campaña de este fruto único de esta región del norte de Extremadura. Una campaña que desde la D.O.P. reciben “muy ilusionados y con muchas ganas. Se trata de un período muy importante para la Denominación de Origen, ya que la picota es su buque insignia, y la certificación supone una de las fechas señaladas en el calendario”, expresa Tierno.
José Antonio Tierno: "La campaña de la picota arranca con una previsión de tres millones de kilos, aunque todo depende de que no haya problemas de climatología adversa durante la campaña. Las amenazas de tormenta de los últimos días “no han afectado a la producción del valle"
Desde el Consejo Regulador, insisten, además, en que “no todas las cerezas son picotas”. Esta última es una variedad originaria del Valle del Jerte, que presenta una serie de particularidades que le diferencian de las distintas variedades de cereza y le convierten “en un producto único y un alimento gourmet muy valorado en los círculos gastronómicos”.
“La diferencia más visible en las picotas es la ausencia de pedúnculo. Cuando estas alcanzan el grado óptimo de maduración, se desprenden del mismo de forma natural. Así, este queda prendido y el fruto, completamente sellado, se recoge a pie de árbol”, explica el presidente del Consejo Regulador.
Sin embargo, esto no es lo único que la diferencia de las variedades de cereza. “La picota es más pequeña en calibre, pero más grande en sabor. Destaca por su dulzor y textura crujiente en boca. Además, tiene una mayor vida útil, ya que puede aguantar hasta dos y tres semanas en la nevera. Todo ello le convierte en un producto muy valorado, que se transforma en seña de identidad del Valle del Jerte”, indica Tierno.
Este año, como novedad, el grupo de picotas coincidirá en el mercado con las variedades de cereza certificada Van y Lapins, las más tardías de la cosecha. Por ello, desde la D.O.P. insisten en la importancia de mostrar al consumidor las particularidades de cada variedad para que sepa cómo diferenciarlas.