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Aral Digital.- Las empresas de alimentación han tenido que hacer frente, durante el segundo trimestre de 2007, a los primeros efectos del fuerte incremento que está registrando el precio de los cereales. Según los datos del Índice CyC de Incumplimiento de noviembre, las empresas que lo conforman no han registrado un empeoramiento significativo de los impagos en sus operaciones comerciales.
La comunidad autónoma de Cataluña, que concentra la mayor actividad comercial del sector, se encuentra entre las que registran los niveles de morosidad más moderados, mientras Andalucía y la Comunidad Valenciana, con niveles de morosidad intermedia, completan la terna de comunidades donde el sector alimentación presenta una actividad alta.
El peor comportamiento en pagos dentro del sector se registra en cuatro comunidades, Baleares y Canarias, que cuentan con un peso muy reducido en la actividad comercial, y, por otro, Castilla y León y Aragón, donde la alta morosidad es reflejo, en gran medida, de la situación por la que atraviesan empresas con una importancia significativa en la economía local.
El sector alimentario, en 2007, ha debido hacer frente a una carestía creciente de cereal a nivel global. Las condiciones meteorológicas adversas han provocado caídas significativas en la producción mundial. En la Unión Europea, según los cálculos más recientes, la campaña de 2007 alcanzará los 256 millones de toneladas, 9,5 por debajo de 2006. Esta disminución general de la oferta se produce en un marco de creciente consumo en países emergentes y aparición de nuevas aplicaciones, como los biocombustibles.
El Departamento de Grandes Riesgos y Análisis Predictivos de Crédito y Caución está realizando un especial seguimiento del sector ante este nuevo escenario, que ha introducido fuertes tensiones en la estructura de formación de precios de agrícolas y ganaderos. El caso español es uno de los más intensos de nuestro entorno, la inflación de los alimentos, que es la causa principal del actual avance del IPC por encima de las previsiones, está situada en el 6,1% interanual en España frente a los valores en el entorno del 4% que registra la zona euro.
Las 32.000 empresas que conforman el sector alimentario español, operan en un entorno fuertemente atomizado con márgenes muy reducidos. Aquellas empresas que, dentro del sector, no logren repercutir en su estructura de costes los incrementos significativos que están registrando los precios de sus materias primas concentran un mayor riesgo de sufrir un deterioro de su solvencia a lo largo de los próximos meses.
El Departamento de Grandes Riesgos y Análisis Predictivos de Crédito y Caución prevé la progresiva ralentización de este fenómeno a medio plazo, como consecuencia de las medidas correctoras introducidas para incrementar la oferta de cereal en 2008.
El Consejo de la UE ha suprimido la norma que, desde la cosecha de 2000, obligaba a mantener en barbecho el 10% de las tierras agrícolas destinadas al cereal. Esta medida incorporará a la cosecha de 2008 entre 1,6 y 2,9 millones de hectáreas, lo que aumentará la producción europea de cereal entre 10 a 17 millones de toneladas. Además, la Comisión ha propuesto suspender los aranceles a la importación de todos los cereales salvo la avena hasta el verano de 2008.