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AMDPress.- Bodegas La Rioja Alta se encarga de fabricar sus propias barricas de roble americano, tras comprar la madera de las mismas en Estados Unidos y proceder a su secado en La Rioja. “El envejecimiento en madera es un elemento clave del proceso, de ahí la importancia de las barricas. Es lo que permite al vino evolucionar y desarrollar su potencial”, explica Guillermo de Aranzabal, presidente del Grupo La Rioja Alta.
La Rioja Alta importa la madera de roble americano desde Ohio y Kentucky, entre otras zonas, en contenedores que luego apila, separando las tablas para secarlas al aire libre durante tres años. Después se cepilla la madera y se le da forma de duela o tabla curvada para hacer la barrica. Los vinos de La Rioja Alta presentan un olor característico a canela, vainilla y roble, debido a que las barricas utilizadas tienen un tostado medio. “Estamos investigando con tostados más intensos, para ver cómo cambiarían los aromas, que serían más tostados: café, azúcar quemado, e incluso tabaco”, comenta Guillermo de Aranzabal.
Ubicada en la localidad riojana de Haro, Bodegas La Rioja Alta produce vinos como Gran Reserva 890, Gran Reserva 904, Viña Ardanza, Viña Arana, Viña Alberdi y el recientemente presentado Marqués de Haro.