Revista
AMDPress.- A las pocas semanas de que se hiciera público el agujero contable de 10.000 millones en las cuentas del grupo italiano de alimentación Parmalat, éste ha iniciado un proceso de venta de activos para salir de la crisis en la que está sumido. Así, ha puesto en venta su filial de galletas estadounidense Parmalat Bakery North America, tercer productor de galletas de Estados Unidos y poseedora de la marca Archway. Con esta venta espera obtener unos ingresos de unos 400 millones de dólares (318 millones de euros).
En lo que concierne a la venta de su filial hispana, Clesa, no hay todavía ninguna decisión oficial. Arturo Gil, presidente y antiguo propietario de la compañía, ha reconocido estar dispuesto a lrecomprar la compañía si Parmalat la ponía finalmente en venta. Fuentes del mercado valoraron la operación en unos 132 millones de euros, aunque Arturo Gil podría aprovechar la situación actual de Parmalat para recomprar Clesa por un precio inferior.
En otro orden de cosas, diversos inversores europeos y estadounidenses de Parmalat, tanto institucionales como minoritarios, han decidido buscar a los responsables del fraude y pedir una compensación por las pérdidas sufridas.
En este sentido, en Estados Unidos el fondo Southern Alaska Carpenters ha presentado una demanda contra Calisto Tanzi, fundador de Parmalat; Fausto Tonna, ex director financiero; las auditoras Deloitte Touche Tohmatsu y Grant Thornton, Citigroup y firma de abogados Zini Associates, por cooperar con Tanzi y Tonna para falsificar las cuentas y engañar a los inversores, por lo que exige una compensación no definida.
La comisión de valores de EE UU (la SEC), por su parte, ampliará la demanda sobre Parmalat por inducir a los inversores a comprar bonos. La demanda inicial se centraba en la emisión de títulos por 100 millones, pero ahora se extenderá hasta1.200 millones de euros. La SEC pretende con ello imponer multas mayores al grupo de alimentación. Además investiga el papel de los bancos colocadores, Bank of America y Deutsche Bank.
En lo que se refiere a Italia, la asociación de consumidores Confconsumatori, se ha sumado a los procesos legales abiertos contra Parmalat para intentar recuperar parte del dinero perdido por los inversores. Esta asociación iniciará acciones también contra los bancos que colocaron títulos de Parmalat. Mientras otro grupo de accionistas institucionales europeos, Deminor, estudia emprender acciones legales.