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Lidl incluirá de forma progresiva en gran parte de sus productos envasados y procesados de marca propia el etiquetado nutricional frontal Nutri-Score. Un logotipo que complementa la información nutricional de cada envase con 5 colores y letras. El verde oscuro (letra A) es el más saludable y el rojo (letra E) el que menos.
La clasificación de Nutri-Score se basa en un algoritmo que tiene en cuenta el contenido de energía, azúcares, grasas saturadas y sodio, que valora de manera negativa, y el contenido de proteínas, frutas, verduras, legumbres, frutos secos o fibra, que valora de manera positiva, teniendo en cuenta la composición nutricional por 100 g o 100 ml del producto.
Al ser un etiquetado que solo se aplica a alimentos procesados y envasados, quedan exentos productos frescos, así como el aceite de oliva, entre otros. La información que aporta Nutri-Score permite comparar artículos de una misma categoría, como por ejemplo las distintas variedades de frutos secos. De esta manera, el consumidor cuenta con más elementos para tomar sus decisiones de compra.
Además de dar protagonismo a sus productos frescos, Lidl lleva trabajando desde hace más de cinco años para reducir en 2025 al menos un 20% de la cantidad de sal y azúcares añadidos en su surtido de marca propia.
En este sentido, la compañía se convirtió en octubre de 2020 en el primer súper en alcanzar los objetivos establecidos en el “Plan de colaboración para la mejora de la composición de alimentos y bebidas y otras medidas de la Estrategia NAOS”, promovido por el Ministerio de Sanidad y Consumo a través de la AESAN, logrando reducir hasta 425 toneladas anuales de azúcar y sal en sus productos de marca propia.