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AMD Press.- El consejo de administración del fabricante de electrodomésticos Moulinex-Brandt está estudiando la posibilidad de la suspensión de pagos como solución de emergencia a su delicada situación económica. La dirección y los accionistas del grupo están analizando las ventajas e inconvenientes que conllevaría tomar esta decisión. Si se declarase finalmente la suspensión de pagos, la firma se desharía de las diferentes obligaciones financieras que suponen su endeudamiento pero la marca sufriría un duro golpe y los acreedores serían penalizados.
Durante el pasado año el grupo registró unas pérdidas netas de 130 millones de euros (21.630 millones de pesetas) y una pérdida de explotación de 20 millones de euros (3.328 millones de pesetas), con un volumen de negocios de 2.660 millones de euros (442.587 millones de pesetas). La grave situación económica de Moulinex ya había provocado la puesta en marcha de un plan de reestructuración que prevé el despido de 4.000 trabajadores y el cierre de seis fábricas.