Revista
Aral Digital.- La cadena británica Morrisons ha cerrado el primer semestre del año con una facturación de 9.900 millones de euros, lo que supone un incremento del 7,4% respecto a los datos del mismo periodo de 2010 (9.225 millones). En este sentido, sus ventas en términos comparables también ha crecido un 2,2% frente al 0,9% del año anterior.
Asimismo, el operador de Bradford (Inglaterra) ha registrado un beneficio antes de impuestos (Ebitda) de 511 millones de euros desde enero hasta junio, es decir, un 8,9% más que en el mismo intervalo de 2010 (469 millones). La compañía ha atribuido estos incrementos a su “focalización en el área de la calidad y el valor de los alimentos frescos”.
Philips Dalton, director ejecutivo de Morrisons, ha explicado que “en un entorno marcado por las dificultades económicas, los consumidores buscan el valor óptimo en los alimentos frescos así como ofertas interesantes en las marcas nacionales. Nuestra campaña 'Aplasta los precios' ha ofrecido estos valores a nuestros clientes durante estos meses”.
Dalton también ha explicado que “además de aumentar las ventas y los beneficios, también hemos hecho grandes avances de futuro para el negocio. Hemos abierto nuestra primera tienda de conveniencia, hemos incrementado la inversión en la producción y hemos elevado la eficiencia en todo el grupo. Estoy seguro de que la segunda mitad del ejercicio va a continuar por este camino de avances”.