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AMDPress.- Con motivo de la Asamblea General de ANGED (Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución), el Ministro de Industria, Comercio y Turismo, José Montilla, ha anunciado que el Ejecutivo está acometiendo un plan de acciones para el fomento de la competencia y eficiencia en el sector de la distribución, dentro del plan global de mejoras presentado recientemente a Bruselas.
Para Montilla, algunos de los “males” del sector se centran en el incremento excesivo de la oferta, un nivel de formación insuficiente tanto de empresarios como de trabajadores, la alta rotación del personal y el absentismo y los altos costes inmobiliarios. Tras recordar que el Ministerio sólo tiene competencias parciales en esta materia, expuso las claves del plan, basadas en el incremento de la transparencia, de la competitividad y de la eficiencia.
Para la transparencia, el Ministerio contempla facilitar la información sobre el sector, en forma de informes trimestrales sobre productos frescos, estudios sectoriales y análisis de precios. Para la competitividad, algunas medidas serán el fomento de nuevos canales como la venta electrónica y la mejora de los mercas. Por último, la mejora de la eficacia se abordará con la mejora de los precios logísticos, el fomento del asociacionismo y el apoyo a las nuevas tecnologías.
Otros puntos destacados que aboradará el Minsiterio son la acreditación de la calidad de los productos mediante un código de buenas prácticas, la armonización de los medios de pago y el fomento a la internacionalización de las empresas. Además, el Ministro recordó que la regulación administrativa de la distribución corresponde en esencia a las Comunidades Autónomas, lo que constituye una dificultad para las cadenas que operan en varias Comunidades. Por ello, afirmó que el Ministerio fomentará la armonización de las normativas.
Por su parte, Juan Manuel Mingo, presidente de ANGED, volvió a insistir en la necesidad de eliminar políticas proteccionistas, que “evitan la competencia, consolidan posiciones de dominio y sólo permiten el crecimiento desequilibrado, que únicamente favorece a algunos formatos”. Lamentó que los proyectos empresariales se vean afectados por “trámites burocráticos largos y paralizantes, en una clara violación de las normas europeas y españolas”. Por último, añadió que es el consumidor el que debe marcar los usos sociales, con libertad de elección.