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AMDPress.- La puesta al día de la normativa comunitaria sobre detergentes se ha enfrentado a su segunda lectura parlamentaria. La Cámara ha adoptado un paquete de enmiendas de compromiso negociadas con la Comisión, sobre las que aún no está definida la postura del Consejo, que piden propuestas adicionales para restringir el uso de fosfatos en detergentes y precisan cuestiones de etiquetado.
El nuevo reglamento completa la legislación existente y estable reglas mínimas, sobre todo de toxicidad y solubilidad de componentes que deben cumplir los detergentes que se comercializan en el mercado único. Con la nueva legislación se pretende garantizar una mayor protección al consumidor y al medio ambiente, al regular de forma más amplia los ensayos y establecer umbrales de biodegradabilidad.
Respecto al etiquetado, las enmiendas 36 y 37 precisan los requisitos del mismo para que sea más informativo, y exigen que se indique la presencia, independientemente de su concentración, de blanqueantes ópticos y perfumes que se haya añadido. Por su parte, en relación a los fosfatos, la Cámara establece, una vez fueron rechazadas las enmiendas que proponían su prohibición, que la Comisión evaluará la situación tres años después de la entrada en vigor del reglamento, pudiendo entonces presentar una propuesta legislativa sobre el uso de fosfatos “con vistas a su eliminación gradual o su restricción a determinadas aplicaciones”.