Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo, ha visitado las instalaciones de la nueva planta de producción que inaugurará Patatas Meléndez a finales de año. La compañía llevaba años inmersa en un potente proceso de digitalización que comenzó en el origen de sus cultivos y culminará con la fábrica automatizada de Medina del Campo.

La planta albergará más de 21.000 metros cuadrados y, entre otros avances, contará con innovaciones tecnológicas como la robotización, la automatización de los procesos o la selección de patatas a través de la Visión Artificial y de Machine Learning. Con ello, Patatas Meléndez conseguirá controlar la información de sus procesos productivos en tiempo real, creando una mayor interconexión entre todos los departamentos y mejorando la eficiencia de la compañía.

Todas las tecnologías que incorpora la nueva planta están diseñadas para maximizar la calidad de la patata, para tratar el producto con la máxima delicadeza y para que el consumidor conozca su trazabilidad de principio a fin

En primer lugar, la ministra tuvo la oportunidad de reunirse con Javier Meléndez, CEO de la compañía, y con parte de su equipo directivo. La ministra, por su parte, acudió a la cita acompañada por Alicia Villar, subdelegada del Gobierno en Valladolid, y por Juan Emilio Ayuso, asesor de Industria del gabinete. Gracias a este encuentro, Meléndez y Reyes Maroto retomaron la conversación que iniciaron en agosto del año pasado, fecha en la que Javier Meléndez le presentó a la ministra el proyecto de digitalización de la compañía y le facilitó todos los detalles sobre la nueva planta de producción.

Una vez finalizada la reunión, Javier Meléndez y su equipo acompañaron a la ministra a las instalaciones de la nueva planta con el objetivo de que viera en primera persona en qué punto se encuentra. Cabe señalar que Patatas Meléndez ha invertido más de 36 millones de euros en esta fábrica, la cual supondrá alcanzar una mayor profesionalización del cultivo y una fuerte vinculación con la Industria 4.0.

Todas las tecnologías que incorpora la nueva planta están diseñadas para maximizar la calidad de la patata, para tratar el producto con la máxima delicadeza y para que el consumidor conozca su trazabilidad de principio a fin. Y no solo eso: logrará un aumento de la productividad, optimizará el aprovechamiento de la materia prima y de la gestión logística, y reducirá los consumos de agua y energía.